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P. ISIDORO DE VILLAPADIERNA O.F.;11.CAP. UNA CARTA INÉDITA DI<J MONS. ANASTASIO HARTMANN (1849) Amablemente no,; ha sido PntrPgada para su publica¡•ión en esta revi,;ta una carta de Mons. Anastasio Hartmann, cow;ervada en copia Pll el archivo de la provincia capuchina ele Roma, y que no figura en d torno I de ivlo111w1c11/a 1lnrrnta.sia11a, donde se ha recogido la correspon– dPncia oficial dPl siervo de Dios en los aüos 18:W-1852. En esta caria, fechada el 7 de julio de 1849 en Darjeeling (Bengala), Pl vicario apostó– lico de Patna comunica al P. Provincial de Roma, P. Domingo Antonio de Frascati, la muerü• Jll'Pmatura del P. Juan Bautista de !sola del Giglio, acaecida d 1 de julio en la rni,;ión de Bhagalpur. No S(' trata d(! una noticia necrológica protocolaria o convPncionalmente laudatoria: Pl tono y el contenido son auténticanwnte ,dnceros, )- coiueiden Pll todo rnn lo quP Pl mismo día Pscribió al procurador ge1wral (h, la Ordl'n, P. F'élix de Lipari 1 , y al canl. J.F. Fransoni", prnfrdo de la Congre– gación de Propaganda Ficle, a quil'rn's solía informar clarnnwnt¡• tam– bién de las dPficiencias de los 111isi01wros. El P. Juan Bautista fue uno de los cuatro misi01wro,: con los cual,•,, Mons. Hartrnann inauguró su vicariato Pn marzo de 18,16, cC'didos po¡•o nwnos que como üwptos o indeseables por Mons. J.A. Dorghi, vicario apostólico de Agra. En efecto, el P. Juan Bautista de MPlPgnano, <k la provincia de Parma o Lombardía, sólo conocía t'l indostaní popular; el P. Dámaso dP Turín, de la provincia del Piamm1tP, no dominaba ,rnficit'ntrnwnte el inglés; los PP. Felipe de Génova ~- Juan Bautista de !sola del Giglio, ambos de la provincia romana, ignoraban :mibas lc'll– guas, indispensables para el apostolado Pn Patnaª. Con estos cuatro misim,Pl'os tuvo que arreglarse Mmrn. Hartmann durantP rn{rn de un aüo para atender a la catPdral, dos iglesias y cinco capillas abierta,; en aquel innwnso vieariato de más de 500.000 km". Y lo que es prnr, todos ello,;, « PXCP¡ito uno » (nuestro P. Juan Bautista), causaron a Monseñor grandes dificultadPs y disgustos\ El P. Juan Bauti,;ta dP lVIPlegnano profosaha un rigorismo semijansenista que casi imvosibili– taba la confesión de los fieles"; al P. F'elive, de un rarúcter insoporta– ble, hubo que mandarle a la provincia en 1847; el P. Dámaso, impru- 1 1lfonumcnta, Anastasiana, docuuzcnta, 1)itam, et [Jcr;ta /..'-fr1·1 1 i Dr'i A11ast1 1 rn"i llurt111a1111. .. coll11strnntia. Col!egit atque critica ratione r<'CPnsuit ADELIIEL~!Us ,L\:-iN A STANS, O.F.1\1.Cap. Pars prima: Nc/]ot ia cum s11pcriori/J11s ccclc. 0 i11st icis. Volumen J: ah anno 1830 ad an11urn 1852, Lucernac 1939, 353-54. Por un ('rror de tn:,nscripciún esta carta lleva la frcha del 7 junio; en la posdata se hacP mPnción el,• la carta escrita al P. Provincial de Roma . .1lon..4nast. cit., 365-GG. !bid., 137. 14\l. 151. 173-7-1. 536. · 1 Carta al P. Justo Recanati de Camerino, Patna ;lü.XI.1847 (ibid., :2;lGl. " Liberado de este defecto fue un excelente misionero (cf. Lc.1·.Cup.. Roma<' HJ5L 840).