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J<:L nPISCOPADO ESPAXOI, Y L:\S CORTT(S Dit CÁDIZ 69 a que la lectura se efectuara en sitios profanos 111 . Las autorida– des civiles y militares continuaron su presión, y el obispo para evitar mayores males levantó el entredicho y se hizo la lectura del decreto y manifiesto. El obispo de Mondoñedo y el cabildo sede vacante ele Lugo cedieron sin mayor resistencia ante la presencia de las tropas de Santocildes, como igualmente el obispo de Tuy, quien después de vencer algunas dificultades de su clero cliú el 18 de mayo la orden de efectuar la lectura 112 . El obispo de Santander, incansa– ble defensor de los derechos de la T glesia en culteranos opúscu– los 118 , se opuso valientemente a la publicación de los decretos y manifiesto contra la Inquisición, y para no ceder ante la violencia se refugió en el monasterio benedictino de Lorenzana (Portugal) desde donde dirigió una pastoral a su clero anunciándole su nue– va residencia y reiterando la prohibición de leer en las iglesias los documentos abolitivos 114 . Con otra pastoral prevenía al clero de no aceptar el reconocimiento del patronato de Santa Teresa, impuesto por decreto de 28 de junio de 1812, «pues las Cortes - añadía - no son autoridad competente para esas determina– ciones» irn_ 111 E ... LÓPEZ A YDILLO, o. c., pp. 283-293. 11 • DS VIII, pp. 6005-6oo6; «El Ciudadano» de 22.VII.1813, p. 31. n:i Hemos visto hasta cinco de estos opúsculos publicados en 1812 (La Coruña-Santiago), en tres volúmenes, bajo el título Opúsculos christia110-patrios. El cuarto opúsculo se titula: Las descamisadas o envenustadas modernas espaiio– las, dirigidas para bien general del Rcyno Católico a conocer y remediar sus 1l!ales, en 1111a representación que hecha a la Suprema Junta Central Gubernatii,a del mismo Revno en Sc,•illa, aíio de 1809, se publica e11 éste de 18v, aííadido el precedente iítulo por su Autor el de los Opúsrnlos que la acompaiían. De esta representación ya se había ocupado la Junta Central en 1809 sobre la inconve– niencia de su publicación (AHN, Estado, Junta Central, leg. 27 B, doc. 173 y 176). En mayo de 1813 la Regencia detuvo otro impreso del obispo de Santan– der, titulado El sin y el con de Dios para con los hombres; y recíprocamente de los hombres para con Dios, con s11 sin y con sn con, por Don Clemente Pastor ele la Montaña (pseudónimo del autor). Nada se encontró en este opúsculo, es– crito en octavas reales, contra la seguridad del Estado, pero la Regencia juzgó perjudicial su circulación «porque la Religión hubiera padecido infinito en su admirable dignidad por verse tratada de un modo tan indigno y más por un obispo» (DS VII, pp. 5187-5188). ' 114 R1AFAEr, DE VÉ!.EZ, Apología del Altar, p. 260; «Procurador Generab, de r2.X.r8r3, pp. 4171-4172. 115 «Procurador General» de 12.X.1813, pp. 4171-4172. Hasta 1815 no elimi– naron del «Ordinarium» la rúbrica especial del patronato de Santa Teresa decretado el 28 de junio de 1812 los obispos de Tuy, Cartagena, Cuenca y Ma-