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I2L EPISCOPADO ESPAÑOL Y LAS COR'J'ES DJ~ C.\DIZ 59 su contenido una apostasía general de toda religión revelada, y el mmino más corto para llegar al ateísmo». En el artículo final delatan el «resultado de las máximas per– niciosas esparcidas por el libertinaje de la imprenta contra la reli– gión y la patria», y detallan el proyecto ele la nueva filosofía para trastornar los tronos y las sociedades, y sobre todo la religion cristiana. Para conjurar este grave peligro ele la descristianizació11 de España los obispos piden la cooperación de todos los católico;, y especialmente de los eclesiásticos a quienes dirigen dos aviso:,: I .º, que, subsisten prohibidos toda clase de impresos que io hayan sido por la Inquisiciún; 2. 0 , que cumplan lo que el ritual determi– na sobre los «públicamente indignos», particularmente en la ali– ministración de la eucaristía. A todos sus diocesanos en general recomiendan los seis obispos el arreglo y reforma de costumbres no recibir ni retener en casa libros sospechosos ni tener trato con los falsos filósofos, la educación cristiana de los hijos y una elec-· ción cuidadosa de los sujetos para los empleos públicos. El mismo día que estos obispos firmaban su Instrucción pas– toral Villanueva leía al secretario del cardenal Barbón el borrador de otra pastoral que Su Eminencia quería expedir «para acallar a los que calumniaban a algunos diputados de Cortes y al mismo congreso». La pastoral fué publicada el día 3 de enero de I 8 I 3 89 , y toda ella se dirige a inculcar respeto y obediencia a las dispo– siciones del gobierno no bien visto especialmente por los dioce– sanos de Sevilla. En las protestas de la prensa antirreformista contra las impiedades liberales el cardenal, o mejor, Villanueva, no ve más que un intento de turbar la paz interna de la nación, y tiene la candidez de afirmar después del reciente escándalo de un Gallardo defendido y protegido por las Cortes que nadie puede hablar contra los dogmas de la Iglesia que no sea al punto casti– gado. Con la misma lastimosa ingenuidad el cardenal preguntaba hasta tres veces al cabildo de Sevilla le señalara concretamente los errores que según una carta del r 5 de diciembre de I 8 I 2 del cabildo corrían impunes por el abuso ele la libertad de imprenta 90 . 89 J. L VrLLANUEYA, Mi viaje a las Cortes, p. 481. La pastoral apareció en el periódico más anticlerical de Cádiz, «El Conciso:,,, del r6 y r7 de enero. No la hemos visto publicada en los periódicos absolutistas. Puede también verse en A. DE CASTRO, Cortes de Cádiz, II, pp. r27-r3r. 00 Una copia de la respuesta-representación del cabildo de Sevilla con fecha

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