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ItL EPISCOPADO ESPAÑOL Y LAS CORTES DE CÁDIZ 53 nías que degradan y envilecen» 77 • La Regencia pasó el folleto a la Junta provincial ele censura, la cual después de prolijas el1scu– siones extendió su calificación declarando al Diccionario incurso en los artículos 4 y I 8 ele la ley de libertad de imprenta : (:es en primer lugar subversivo de la ley fundamental ele nuestra Cons– titución que señala la religión católica por la única de la nación española; en segundo lugar es atrozmente injurioso a los minis– tros de la Iglesia y a las Órdenes rdigiosas; por último, es tam– bién contrario a la decencia pública y buenas costumbres por las obscenidades de que abunda en sus cuentos y versos» 78 • El día I 8 las Corte~ se oct1paron a re¿añadientes del asunto de su bibliotecario, y quisieron salir del paso con un brevísimo comunicado a la Regencia haciéndola saber «la amargura y sen– timientu» que les ha producido el folleto, y la ordenan que «en resultando comprobados debidamente los insultos que pueda su– frir la religión» proceda con brevedad a reparar sus males con todo el rigor que prescriben las leyes 79 . La ocasión pareció mag– nífica a los absolutistas para intentar el restablecimiento inmedia– to del tribunal de la Suprema Inquisición; pero los liberales con un golpe magistral hicieron que este asunto pasara al estudio y dictamen ele la Comisión ele Constitución, presidida por Muñoz Torrero 80 . La suerte de la Inquisición estaba echada. El S de mayo el anciano obispo de Segovia, refugiado en Cádiz, firma una pastoral en la que califica al Diccionario con los términos más duros por contener proposiciones «erróneas, escandalosas, ofensivas a los piadosos oídos, subversivas de los sencillos» y que saben a herejía; prohibe, bajo pena de excomu– nión mayor, leer, oír leer o retener dicho escrito que manda en– tregar a los respectivos párrocos, a no ser qne «a imitación de los fieles de Íifeso gusten más bien de entregarlo a las llamas» 81 • 77 Véase en P. SAINZ RODRÍGUEZ, art. cit., pp. 267, 4o6-409. 78 La calificación de la Junta fué publicada e impugnada por Gallardo en su Co11testació11 del autor del Diccionario crítico-burlesco a la primera califi– cación de esta obra, e.1Cpedida por la Junta censoria de la pro·vincia 11wrítima de Cádi:::. Cádiz, en la imprenta Tormentaria, 1812. 70 AS, p. 616; DS IV, p. 3077. 80 DS IV, pp. 3o8g-3098; J. L. V1LLANUEVA, Mi daje a las Cortes, pági– nas 349-350. 81 Se imprimió con el título de Carta del obispo de Segovia dirigida al clero Y fieles de su diócesis. Cádiz, Imprenta de la Junta de Provincia, 1812.

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