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r,:L EPISCOPADO ESPAÑOL y LAS CORTES DE cA,mz 25 ción» ; manda se les ocupen sus temporalidades y embarguen los bienes, y en el caso de ser prendidos se les entregará al Tribunal de Seguridad a fin de que les forme causa «precedidas las for– malidades establecidas por el derecho canónico» 15 . Tal decreto obedecía a algunos rumores y acusaciones contra determinados obispos; pero era además una contrarréplica al decreto firmado por Napoleón en Burgos el 12 de noviembre contra el obispo de Santander que al frente de q.ooo hombres amenazaba a Burgos, y a quien con algunos nobles, se le declaraba enemigo de Francia y España, traidor a ambas coronas y se le condenaba al fusilamiento y al secuestro de sus bienes. A la Junta Central habían llegado acusaciones de colabora– cionismo contra algunos obispos. Resultaron falsas las formula– das contra el arzobispo de Santiago y los obispos de Avila, León, Ciudad Rodrigo y Tuy 10 • El octogenario arzobispo de Granada don Manuel de Moscoso y Peralta no pudo complacer a la Junta Central que en diciembre de I 808 le había pedido 4 millones de reales para socorrer y equipar el ejército de Cataluña compuesto en gran parte de sus feligreses. Durante la ocupación fué deni– grado en la zona nacional como afrancesado y la «Gaceta de la Regencia» publicó extractos de supuestas pastorales en las que persuadía lealtad a José Bonaparte 17 . Idéntica acusación se cebó rn AHN, Estado, Junta Cmtral, leg. ro, C, doc. s (original). El decreto fué comunicado por circular del 24 del mismo mes. '" La Junta Central aceptó la autodefensa hecha por el obispo de Avila el 24 de julio y r5 de octubre de 1809, acusado de haher acatado las autoridades invasoras y de haber arndido a l\íurat contra su cabildo, por lo cual las tropas nacionales tmían orden de proceder contra su persona y bienes (AHN, Estado, Junta Central, leg. 27, B, docs. 106-107). El obispo de León don Pedro Luís Blanco, «paisano del 'monstruo y destructor de España Godoy», fué acusado repetidas veces de <<abominable conducta política»; no sabemos la respuesta del obispo de Astorga a quien la Junta Central pidió informes reservados el 12 de enero de 1809 (AHN, ibid., docs. 105 y qo). El obispo murió el 22 de noviembre de 181 r. El vandalismo de las tropas francesas en las iglesias de León no está en consonancia con el supuesto colaboracionismo del obispo (cf. H. GARCÍA íLlJENGO, León y su ¡,nn•i11cia en la guerra de la J11dc¡,ende11cia cs¡,a;zola. León I<Jo8). El obispo de Ciudad Rodrigo fray Benito Uría y Valdés fué infamado de haber tratado de entregar la plaza a los franceses. El 31 de diciembre de 1809 envía a la Junta Central un detallado memorial pidiendo indemnización de su honor; aduce como testigo a Jovellanos (AHN, ihid., doc. r22). El patriota obispo de Tuy don Juan García Benito fué acusado por un anóni 1 mo a fines de 18o8 de «delitos de la más grave consideración» (ibid., docs. 1()6-197). 17 «Gaceta de la Regencia de España e Indias» del 14JX.18ro, pp. 668- 674. .Contradictoriamente con la acusación el mismo nÚ'mero de la Gaceta -pu-
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