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54 JI. - LAS TRES VIRTUDES TEOLOGALES de oración y supliquémosle incesantemente que nos consuele con un beso de su boca, y nos haga dignos de acercarnos a sus divinos pechos. Felices de nosotros si llegáramos a arrancar al divino Amante este otro signo de amor» (7-9-1915, ll, 492). «Qué feliz debes considerarte de estar tan cerca de Jesús y de estar tan estrechamente abrazada de él. No debes hacer otra cosa que lo que haces: amar a esta divina bondad y abandonarte en sus brazos y en su seno» (24-12- 1917. l!L 175). «Era preciso que mi corazón hubiese consignado este pensamiento en esta carta, poniendo a los pies del Crucifijo sus deseos, para que el santo amor de Dios sea enteramente nuestro principal amor. ¡ Ay de mí! ¿cuándo seremos enteramente consumados 9 ¿cuándo él consumará nuestra vida para hacer revivir a nosotros mismos a fin de revivir de nuesttro Esposo dulcísimo'? ¡A él solo sea siempre amor, gloria y bendición!» (2-5-1917. IIJ, 275: cf. 2-5-1917. 111, 689). «¿Qué cosa pido yo para ti? Lo pido todo, pero especialmente tu total resig– nación a su divina voluntad y al puro, santo amor de nuestro Salvador» (27-8- 1918. lll, 337). «Ensancha tu corazón. y para que el amor de Dios sea tu deseo. y su gloría tu pretensión: vive siempre alegre y animosa» (27-8-1918, 111,338). - «Jesús esté siempre en medio de tu alma para inflamarla siempre más de su puro amor, que es la más digna y deseable bendición que desea tu corazón» (III, 464). - «Quiera Dios conservaros siempre en su santo amor y haceros ascender a la más alta perfección cristiana» (2-7-1916, !H, 542). - «Te exhorto a estar siempre en paz entre los brazos del Salvador que te ama con ternura, el amor del cual debe servirte de norma general para todas tus aficiones: este santo amor, sobre el cual el nuestro está fundado, radicado, acrecentado y nutrido, será eternamente perfecto y permanente» (26-12-1917, 111, 702). «Que Dios haga de vos una serafina de amor. Este es mi sincerísimo augurio que repito siempre delante de Jesús)) (21-9-1917, IH, 817). - «En cuanto te sea posible, de humor siempre uniforme, y que de todas tus acciones aparezca la resolución hecha por ti de amar constantemente el amor de Dios» (20-7-1918, lll, 8~0).