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26 L - EL ESPÍRITU SANTO cuanto te he dicho en el Señor y el que no dejes de hacer aquello que en ti desea hacer el Espíritu del Señor» (15-4-1918, H, 1.023). - «No permitáis que en vuestro corazón entre la tristeza, que contrasta con el Espíritu Santo difundido en vosotros» (16-11-1914, II, 237) «porque ella (la tristeza) impide la libre actuación del Espíritu Santo» (26-11-1914, II, 246). - « Dejad plena libertad a la gracia que actúa en vosotros y tened en cuenta de no turbaros jamás por cualquier cosa adversa que pueda sobreveniros, cons– cientes de que todo esto es un obstáculo al divino Espíritu» (26-8-1916, III, 239). - «Vivid en calma y no os preocupéis demasiado, porque el Espíritu Santo exi– ge, para actuar más libremente en nosotros, tranquilidad y calma» (16-9-1916, III, 252). - «Si nos apremia el llegar cuanto antes a la bienaventurada Sión, alejemos de nosotros toda inquietud y solicitud por soportar las inquietudes espirituales y temporales de cualquier parte que puedan venirnos, porque son contrarias a la libre operación del Espíritu Santo» (3-12-1916, III, 537). - «Contigo me glorío en la cruz de nuestro Señor, para que tú seas tan feliz en participar, y nunca dejaré de suplicar al Espíritu Santo que siempre cada vez más solifique tu (espíritu) en su obediencia (docilidad), en su purísimo y santí– simo amor» (3-5-1918, m, 854).