BCCCAP00000000000000000000342

14 ITINERARIO BIOGRÁFICO DEL PADRE PIO Vocación religiosa -Estudios eclesiásticos- Ordenes sagradas. Respecto a su vocación religiosa durante algunos años tuvo que sostener interiormente una lucha dramática, que con la gracia de Dios logró superar, y así el 22 de enero de 1903 vistió el hábito capu– chino en el noviciado de Morcone, cambiando entonces el nombre de bautismo por el de Fr. Pío de Pietrelcina. Al año siguiente fue admitido a la profesión temporal, y cuatro años después, según las normas canónicas entonces vigentes, emitió los votos solemnes «con la única finalidad, escribe él mismo en el documento oficial de su profesión, de procurar el bien del alma y dedicarme por entero al servicio de Dios». Inmediatamente después de su primera profesión inició los estu– dios superiores eclesiásticos, de filosofía y teología, en los colegios de la Orden. En el segundo año del curso teológico Fr. Pío comenzó a recibir las ordenes sagradas, las menores de 1908, y las mayores de 1909. Se ordenó sacerdote en la capilla arzobispal de Benevento el I O de agosto de 1910 y celebró su primera Misa solemne, en Pietrelcina, el 14 del mismo mes. En su pueblo natal Por razón de su delicada salud y por disposición de sus superio– res de acuerdo con los médicos permaneció en su pueblo natal, Pie– trelcina, hasta el 17 de febrero de 1916 en constante e infructuosa lucha contra el misterio de una enfermedad, que los médicos, a pesar de sus esfuerzos no lograron diagnosticar, y que enormemente le hacía sufrir. Fue éste un período de intensa vida interior por los caminos de la santidad. A decir cierto, los superiores siempre manifestaron su deseo de que el P. Pío pudiera reintegrarse definitivamente en la vida comuni– taria, en vez de continuar con su familia, en su pueblo natal. Y así aprovechando la solicitud de una piadosa señora de Foggia, grave– mente enferma y que con gran interés deseaba le atend.iera el P. Pío en sus últimos momentos, el P. Provincial le autorizó para ello, agregándole al convento de Santa Ana de aquella ciudad. La señora murió y el P. Pío permaneció en Foggia sólo algunos meses, pues el