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Este acercamiento al pueblo, en alas de la responsabili– dad pastoral y del celo por las almas, es un dato integral y sustantivo de la identidad sacerdotal. Lo expresa bellamente el Papa en su discurso al clero de Turín: «Tampoco faltan hoy nuevas posibilidades para em– plear las propias energías apostólicas: hay por desgracia familias en crisis, drogados, violentos, extraviados en la mala vida. He aquí dónde se puede desarrollar en pleni– tud todo el dinamismo de la propia misión presbiteral, con la plena y alegre conciencia de la propia 'identidad': manifestando la amorosa solicitud de Cristo por todos los hermanos, dondequiera que vivan y sufran; sobre todo, por los más indigentes, ya que 'no tienen necesidad de médico los sanos, sino los enfermos' (Le 5,31). Por esto, intentad siempre nuevos caminos de acercamiento a los hombres y a sus condiciones de vida: con fidelidad integral a todo lo que es esencial para vuestro presbiterado y, al mismo tiempo, con una gran elasticidad pastoral, que os haga sensibles y abiertos a las necesidades más urgentes de la hora que vivimos» 21 • La fidelidad del llamado tiene un espacio fuerte, bello y entrañable en la Iglesia-Madre. No es sólo el acatamiento externo de las normas. Es, ante todo, una actitud amorosa, entusiasta, filial, cordial y contagiosa de compromiso con la Iglesia. Es una fidelidad «principalmente interna, profunda, alegre y sacrificada». Es un compromiso de amor que lleva .. a sentir con la Iglesia, a pensar con la Iglesia, a consultar las experiencias nuevas que exigen los tiempos con la Iglesia, a sentirse plenamente identificado con lo que cree, siente, piensa, predica y ama la Santa Madre Iglesia y a servirla siempre y en todo como ella quiere ser servida. Lo ha dicho el papa Juan Pablo II en Madrid, entre aplausos, banderas, emoción y lágrimas contenidas: «Hoy vivimos una de esas épocas ---de grandes cam– bios y reformas- en que es necesario ofrecer al mundo e! testimonio de vuestra fidelidad a !a Iglesia». «Tenéis que evitar todo lo que pueda hacer creer a los fieles que existe en la Iglesia un doble magisterio, el 21 La identidad del sacerdote. Discurso al clero, en Turín (13/IV/1980), p.120. 82