BCCCAP00000000000000000000341

Las metáforas más atrevidas, los símbolos más signifi– cantes, la alegoría o la hipérbole son los silogismos origi– nales de la genial teología mariana. No se olvide que nos encontramos en el mundo único de la Madre. La luz, el sol, las estrellas, el tallo rebrotado, la luna y la rosa, la gacela y la paloma, la primavera y el cordero están siempre en la base para «probar» o, mejor aún, para prego– nar que María «es» la Llena de gracia, la Inmaculada, la Pu– rísima, la Virgen, la Madre de Dios. En realidad, la mater– nidad divina hace luminoso todo el destino de María. No basta presentar la verdad «objetiva», hay que darle nervatura, claridad y animación. En las vidrieras de la cate– dral se «representan» los misterios de la Vida de María con fidelidad «histórica»: Navidad, Adoración de los Reyes Magos, la Presentación en el templo, la huida a Egipto, las bodas de Caná, etc. Para poner la vidriera en acción y ani– mar el conjunto con movimientos de figuras vivientes hace falta el rayo de sol. El sol pone a plena luz el misterio. María no se descubre en su plenitud más que en el amor, en el diálogo apasionado de Madre a hijo, en la luz de la intención recta, de la conciencia pura, de la veracidad y de la autenticidad del corazón. Para comprender a María no otro camino que po- nerse en sus brazos, mirar sus ojos «misericordiosos», imitar su fidelidad hasta en el gesto y recostar con ternura la ca– beza sobre su corazón para escuchar sus latidos ... Quédate con nosotros, Madre 20 • Madre, quédate con nosotros - para que nuestro Angelus tenga la entonación lim– pia y gozosa del arcángel Gabriel y el «compro– miso» irrevocable de tu «sí» a todo lo que quiera y mande el Señor. Queremos que oigas el sonoro re– picar de nuestros campanarios y el toque a volteo de nuestras plegarias; - para que nos enseñes a prolongar vitalmente los misterios de gozo, penas y esperanzas que tú vi– viste y nos dejaste como herencia. Que comple– temos la alegría, la pasión de Cristo bendito y su 20 Plegaria a la Virgen Inmaculada. En la Piazza di Spagna (8/XII/79). Homilía en Santa María la Mayor (8/XII/1979). 245