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hombre respecto a su identidad y su destino, del rebaja– miento del hombre a niveles antes insospechados, época de valores conculcados como jamás lo fueron antes» 0 • Esta enérgica afirmación de Juan Pablo II en Puebla es– clarece la inconsistencia de los sistemas que descartan a Dios: ¿Cómo se explica esta paradoja? Podemos decir que es la paradoja inexorable del humanismo ateo. Es el drama del hombre amputado de una dimensión esencial de su ser --el absoluto-- y puesto así frente a la peor re– ducción del mismo ser» 6 • El humanismo ateo sobrepasa los límites del drama para convertirse en despiadada tragedia. Amputado el espacio del absoluto en la vida del hombre, no queda más que el tú– nel sin salida, un paisaje sin horizontes, una vida sin sen– tido. Es la paradoja del hombre endiosado que experimenta su propia fragilidad y pequeñez y llega a pensar que la vida es una pasión inútil, una fatalidad del destino o, simple– mente, una «náusea». El humanismo ateo, cuando lo capita– liza un estado totalitario, es enemigo implacable de los dere– chos del hombre y una terrorífica amenaza contra su propia vida. La radiografía de Juan Pablo es impresionante: «El ateísmo teórico y práctico que serpea ampliamente; la aceptación de una moral evolucionista desvinculada total– mente de los principios sólidos y universales de la moral natural y revelada, pero vinculada a las costumbres siempre variables de la historia; la insistente exaltación del hombre como autor autónomo del propio destino y. en el extremo opuesto, su deprimente humillación al rango de pasión in– útil, de error cósmico, de peregrino absurdo de la nada en un universo desconocido y engañoso, han hecho perder a muchos el significado de la vida y han empujado a los más débiles y a los más sensibles hacia evasiones funestas y trá– gicas» 7 • Nos enfrentamos a un fenómeno alucinante y trágico. Ante una tentación «nueva», en cuya comparación pali– decen las clásicas tentaciones del demonio, el mundo y la 5 Discurso de apertura de la III Conferencia general del Episcopado la– tino-americano, en Puebla (28/I/1980). 6 Ibid. 7 Homilía al Centro Italiano della Solidarieta (5/VIII/1979). 156

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