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En esta perspectiva, las palabras de Juan Pablo II en Asís tienen un contenido estremecedor: . «Ahora bien, la base para cumplir esta tarea de ani– mación, de fermento evangélico, de inspiración cristiana, es precisamente una activa presencia en los diversos mo– mentos y estructuras de la vida social. Esta presencia di– námica e iluminada debemos saberla contraponer en la práctica, con acción humilde y serena, pero clara y deci– dida, a los programas que desearían eliminar dicha pre– sencia y mantener la Iglesia 'ausente', desvaneciendo su influjo inspirador» 26 • En estos momentos «cruciales», el papa Juan Pablo II ha hablado con claridad y decisión para defender los derechos de Dios y los derechos humanos. No basta con sentimos or– gullosos de su fidelidad, de su valor y de su compromiso. Tenemos que imitarlo para no «traicionar» nuestra misión. El verdadero apóstol de Cristo, con psicología de celo y de responsabilidad, posee siempre una santa inquietud que le lleva a formas creativas para su actividad apostólica. Es un hombre abierto a todos los problemas, a todas las situa– ciones, a todos los aires puros de evangelización. Y es preci– samente en las situaciones más dramáticas donde despliega las alas de su preocupación por las almas. Hermosísimo el pasaje de Juan Pablo II en Manchester: «Debéis profundizar diariamente vuestra amistad con Cristo. Debéis también aprender a compartir las espe– ranzas y las alegrías, el dolor y las frustraciones de la gente que se os ha confiado. Transmitidles el mensaje sal– vífico de la reconciliación de Cristo. Visitad a vuestros parroquianos en sus hogares. Esto ha constituido una enorme fuerza en la Iglesia de Inglaterra. Es una práctica pastoral que no debéis infravalorar. Y no olvidéis a quienes especialmente lo necesitan, particularmente a los encarcelados y sus familias. En el Evangelio, Cristo se identifica con los presos cuando dice: 'Estuve preso y me visitasteis'. Y daos cuenta que no especifica si son inocentes o culpables. Como representantes de Cristo que sois, ninguno puede ser excluido de vuestro amor pastoral» 27 . 26 A los obispos italianos, en asamblea extraordinaria, en Asís (12/III/1982). 27 Homilía en la ordenación de sacerdotes en el Heaton Park, Manches– ter (31/V/1982). 135