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LA CIUDAD DE MATURÍN DATA DE 1760 Ese bando fué publicado en Cumaná (f. 11) y en San Baltasar de los Arias, el antiguo Cumanacoa (f. 14), y, una vez ejecutado ese requisito, el P. José de Ateca, a la sazón Procurador general de las conversiones de los Capuchinos de Santa María de los Angeles de aquella provincia de Cumaná, se dirige al gobernador Tornera para pedirle en nombre de los misioneros que, puesto que nadie se ha presentado a hacerse cargo de tal compromiso, sea él quien tome a su cuenta la tal fundación de un pueblo de españoles en el sitio lla, mado Maturín, añadiéndole que todo ello se ha de ejecutar bajo de ciertas condiciones que más tarde se han de estipular, comprometiéndose también los misioneros a concurrir con sus limosnas, ((no habiendo persona que quiera obli, garse a hacer dicha población de españoles en el dicho sitio de Maturín)) (fo, lio 19). Añadía que el rey le concedería, además de los derechos y privilegios de los otros fundadores, la merced que ellos le pidieran. Y para gestionar todo eso, tanto lo de la fundación como las mercedes, se despacharía un religioso a España con ese objeto (f. 19v.). Tornera aceptó en un principio y dió su palabra de que los gastos correrían a su cuenta (10 de marzo de 1722). El P. Ateca, muy interesado al parecer en tal fundación y en que se lle, vase a cabo rápidamente, presentó las capitulaciones en número de 13, las que luego se redujeron a 12 (f. 25v. ss.). Entre ellas estaba la de que tal fun, dación de una población de españoles se efectuaría en Maturín ((a las riberas del río Guarapiche, que es el sitio más a propósito para fundar una población de españoles)): que constaría de 75 vecinos, comprometiéndose Tornera a llevar 25 de ellos y los 50 restantes serian por cuenta del rey. Además de eso debía venir a España un religioso para gestionar ante el rey el cumpli, miento de las capitulaciones y llevar los utensilios necesarios a los españoles que allí se poblasen. Otra de las capitulaciones era que se habría de conseguir para Tornera un título de Castilla y además para su primogénito, D. Miguel Antonio de la Tornera Sota y Luna, el gobierno de Cumaná por cinco años o por el tiempo que fuese del gusto del rey. Tornera aceptó (16 de marzo de 1722, f. 35) comprometiéndose a lo dicho y demás condiciones «desde que reciba el real despacho de aprobación y con, cesión que Su Majestad (que Dios guarde) ha de hacer en la fundación de una ciudad que se ha de poblar en el sitio y sabana de Maturín con el nombre San Juan de la Tornera Sota y Provincia de la Nueva Cantabria)). Su hijo D. Miguel también se comprometió a seguir la fundación en el supuesto de que se le concediese el gobierno de Cumaná (f. 35). Revisadas luego esas capitulaciones se firmó la escritura en Cumaná el 21 de marzo de 17J.1 ante el capitán y escribano del rey D. Martín Pellón y Palacio (ff. 37-47r.); los misioneros presentaron luego sus fiadores (28 de marzo, ff. 47v. ss.), y por fin el P. Ateca pidió que el gobernador dé comienzo a la obra proyectada y estipulada y que se tome ((posesión de dicho sitio en nombre de S. M. y entrar a dar principio a la nueva población de la dicha ciudad de San Juan)), añadiendo que podía comenzarse con algunas familias -7-

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