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Zacarías y sal udó a Isabel. Y en cuanto oyó Jsabel el sal udo ele María, saltó ele gozo el niño en su seno, e Isa– bel quedó llena del Espíritu Santo; y exclamó con gran voz y dijo: "Bendi ta tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno; y ¿de dónde a mí que la madre de mi Señor venga a mí? Porque, apenas llegó a mis oídos la voz de tu saludo. sa ltó ele gozo el niño en mi seno. ¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fue– ron dichas de parte del Señor' María va "de prisa" a la montaña cuando cesan las lluvias y florecen los viñedos. María es la mujer primavera, el tallo primave ra l que está alimentando con la savia de su sangre la carne en flor del Hijo de Dios. La prisa es un estilo sico lógi– co de bondad. Corre y se apresura para una ce rcanía humana, llena de cortesías y de servicios prestados. María tiene una capac idad inmensa de comprensión , de entrega y ele ternura que la presenc ia de Dios hace cada vez más profunda y exten– sa. La exper iencia de Dios -que va tomando fo rma humana en su vientre- la va madurando como mujer y se le nota más reflexiva y más abierta a los gozos, penas y esperanzas de l prójimo. María se olvida de sí mi sma y se desvive e n aten– ciones con su prima. No va corno protagonista para comuni– car y celebrar su encumbram iento y e l misterio de su grande– za. Va a celebrar la gracia de la fertilidad que Dios ha conce– dido como milagroso don a su prima Isabel. - Saluda a Isabel con ese ceremonial tan expresivo de la gente de corazón que, en el pueblo llano, es rebosante de cor– tes ías. Se abrazan, se besan, se miran despaciosamente. Y como ambas sintonizan con la onda ele Dios, empieza un rosa– rio en sartal de prodigios. María es una manifestación ele Dios, hecho carne en su seno. Es una transparencia de Dios tan luminosa y fascinante que el hijo de Isabel la percibe y la expresa con sal tos y brincos ele gozo en el vientre materno. Y el Espíritu Santo descubre a Isabel el misterio de María. E Isabel proclama con la fuerza de lo alto las grandezas de su prima con unas palabras que con el tiempo se han hecho litur– gia y canción: "Bendita tú entre todas las mujeres y bendito el 100