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maternales y nos abruma con sus abrazos de misericordia y de infinita ternura porque somos sus hijos... La gracia es vida, dinam ismo, creati vidad. Corno en toda vi da, hay un proceso progresivo desde el nacimiento hasta la madurez que el ejerc icio hace más inten– so y más fluido en cada una de las etapas de este cami no de perfección. En la infa nc ia somos "como niños recién engen– drados" y la graci a está como latente o en estado de incons– ciencia. Con Ia reflexión y el esfuerzo personal la graci a adquiere madurez y se convierte en "fuente de energía", en fuerza para Ia acción en orden a la vida santa. La graci a se in funde en el alma, pero afecta a la entera per– sonalidad del creyente. Es luz que ilumina con sus rayos el entendimiento y lo "cautiva" al pensamiento de Cristo. Es luz que "reviste" de blancos esplendores la imagen del agraci ado. Y es llama y Ilamarada que quema las ramas secas del árbol de la pecaminosidad y abrasa el corazón en fuerte s y bellos amores . La gracia es como una segunda naturaleza, como el inj erto en la vid de C risto, cargada de racimos. La filiación es un modo de vivir y en su fondo metafísico un modo de ser -ser en Dios, ser deiforme , participar de la naturaleza di vina. No son relaciones inspiradas en el temor, porque el sent imiento filial no es cosa de miedo sino exigen– cia de amor. Y este amor mantiene en permanente tensión al hombre integral. El hijo -y con más razón el hijo de Dios– vive una experiencia amorosa que lo embebe y lo transfigura. Vive sumergido en la presencia de Dios : el recuerdo de Dios llena su memoria, el pensamiento de Dios es como una di vi– na obsesión que le atrae y le fascina, el amor de Dios causa divinos estragos en su sentimiento. Amar y ser amado es el fru to de la "deiformación" por la gracia. La dialéctica de la filiación div ina sigue su marcha. "Ahora bien, si somos hijos, somos también herederos ; herederos de Dios y coherederos de Cri sto". Se siembra el grano de tri go y se cosecha la espiga granada. Se siembra la semilla de la gracia y brota la hojita verde con sol de la filia– ción. Se siembra la fi liación y se cosechan las espigas dora- 88