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María es elegante, pulcra y cortés en la fo rma ele exponer el problema. No pide ni exige nada. Se limita a comunicar con naturalidad lo que pasa, en un aparte ele intimidad y confian– za. En rigor, no busca la notoriedad ni el protagonismo per– sonal, sino que se sitúa deliberadamente en los segundos pla– nos del acontecimiento. Si sale en la foto, es por exigencias del guión como telón de fondo. Este desvivirse por los demás es una nota característica de la psicología de la Virgen. Y es lo que acentúa la respuesta de Jesús: "muj er, ¿qué a ti y a mP", ¿qué nos importa a noso– tros'7, éste es su problema. Claro que es problema ajeno, pero hay un a sens ibilidad exquisita en las almas nobles para ev itar el sufri miento y la vergüenza ele los semejantes. María se retrata de cuerpo entero en esta escena de amorosa solicitud por el prójimo. El relato pone ele reli eve la sintonía pe,fecta entre la madre y el Hij o y nos reve la el sentido exacto ele la respuesta de Jesús. No es un reproche, ni una evasiva, ni una negación. María está conve ncida de que van a cumplirse sus deseos y por eso les dice a los sirvientes: "haced cuanto Él os diga" . El relato arroja un chorro ele luz sobre un privilegio de matern idad que fortal ece las conv icciones y esponj a el con.1- zón de los devotos: María es la Mediadora de todas las gra– cias. María es la Omnipotencia suplicante. Las bodas de Caná, como hecho histórico, como símbol o y como sugerencia abren nuevos y anchu rosos hori zontes a una Mari ología llena de dinamismo y creatividad. Nos sirven en bandeja un argumento "a forti ori" sobre el papel activo de primer rango de María en el mundo mi sterioso y apasionante ele la "mediación" de la grac ia. El argumento es sencillo y sugestivo en su contenido y en sus matices expresivos: basta una comunicación confidencial de María para que Jesús rea– lice la primera "señal" de su misión salvadora. La señal, en las circunstancias concretas del aconteci– miento, adqui ere dimensiones de categoría. En rigor, se trata de un mil agro "de luj o": no es una cuestión de vida o muerte, no es para remediar una situación de necesidad física o moral,