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..Así. pues. para gloria de la Virgen y com,uelo nuestro. Nos proclamamos a María Santísima Madre de la Iglesia. es decir. Madre de todo el pueblo de Dios. tanto de los fieles como de los paston::s que la llaman Madre amoro– sa. y queremos que de ahora en adelante sea honrada e inYocada por todo el pueblo cristiano con este gratísirno título. Se trata de un título. \ enerables hermanos. que no es nuevo para la piedad de los cristianos: antes hien. con este nombre de Madre. y con preferencia a cualquier otro. los fieles y la Iglesia entera acostumbran a dirigirse a María. En verdad. pe11enece a la esencia genuina de la devoción a María. encontrando su justificación en la dig– nidad misma de la Madre del Verbo encarnado.. :· La Iglesia nos congrega para honrar a María con las pala– bras del ángel de la Anunciación: La llena de gracia. la Madre de la divina gracia. Lo que le piden a María, con la convic– ción de que es la "'omnipotencia suplicante'' y la omnipoten– cia en acción, es la gracia. la fidelidad a los compromisos bautismales, las virtudes cristianas de la que Ella es nítido espejo. Para el pueblo de Dios. María es la "Medianera uni– versal de todas las gracias". Esta mediación es a lo largo de la historia sabiduría y evangelización y. en muchos casos, expe– rieneia viva. María es "Mediatrix.. -mediadora, medianera- por la misma lógica de la maternidad. lo que equivale a deeir por voluntad expresa de Dios. porque Je~ús lo ha querido así. Nada más lejos que el afán de protagonismo de María que tiene un sentido exaeto de las proporciones y se declara la ·'esclava del Señor''. El protagonista de la historia de la Redención e~ Jesús. pero María es la Madre del Redentor y la "Madre de la Redención". En rigor. la doctrina católica sobre la mediación es tan nítida y transparente que no queda el mínimo resquicio para la ambigüedad. la obseuridad o la confusión. La mediación de María es distinta por sus contenidos, por sus enfoques y por su perspectiva de la mediación de Jesús. Cristo es el único Mediador ·'ante el Padre", Jesucristo hombre, que se entregó a sí mismo por la Redención de todos. La oración de la lgle- 284