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Para sintonizar con María hay que ser limpios de corazón. pobres de espíritu. expropiado<, voluntarios de la autosufi– ciencia y de los pesados fardos de la ciencia que hincha ; de la tentación original de soberbia y endiosamiento. Para ser admitidos a la mesa maternal de María hay que vestir el traje adecuado para la ceremonia. fabricado en los telares de la sencillez. la humildad. la bondad. la limpieza. la pulcritud. la comprensión. la elegancia espiritual. la cordialidad. la corte– sía. la fraternidad. La lógica de estas rellexiones sobre la maternidad espiri– tual nos ha dado las pistas para el "'retrato robot" del devoto de María. La fisonomía del devoto formado en la escuela de María queda bocelada con firmes y expresivos datos y gestos psicológicos. Damos relieve a los rasgos más característicos del carnet de identidad de los verdaderos discípulos de María: - conciencia clara de su filiación que. en lo, grandes pen– sadores y teólogos se nu:ona) ,e describe con rigor inte– lectual y. en ,u interior intimidad es experiencia gozosa y comprometida de una maternidad ,iempre en activo. Esta conciencia ,e manifiesta de un modo más expresivo en la gente ,encilla del pueblo. a quien el Señor de,cubrc los misterios del reino con generosa esplendidez. Lo que lo, pensadore, con,truycn con silogismos de escuela lo proclama la devoción populur en festejos y cantare,. - presencia amoro,a de María en toda, la, situacione, de la vida como fuente de in,piración. como punto de refe– rencia. como centro de la existencia familiar. como ani– madora de una convivencia fecunda. pacífica y armóni– ca. La Virgen es una prc,encia viva de madre. como la per,ona má, querida y honrada del hogar familiar... - espíritu de infancia e,piritual que es sentirse niño,. vivir la niñez con el estilo original de sencillez. de natu– ralidad. de sorpresa. de abertura a conocimicmos nuevos y experiencias nuevas. El niño reconoce ,u pequeñeL ,u mcnc,tero,idad 1 su menudencia con absoluta ,inccri– dad. El niño que se siente culpable lo manifie,ta ,in retorcido, argumento, de inocencia. El niño no se disfra– za con artificios de hombre grande. Los verdaderos devotos de María llevan la infancia a flor de piel: son sencillos. modestos. limpios de corazón. Vi\·en en una armonía perfecta de pensamiento y de afee- 274