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perfectos tienen siempre soñadoras pupilas de pureza. La mirada pura engendra, inspira y contagia pureza. En la perspectiva cristiana. la sexualidad es parte integral de la persona humana. en función de valores éticos y rnorah::~ de alto rango humano. La vitalidad, la pujanza y la vehemen– cia tienen su vocación y destino al servicio de la afectividad y de la vida misma. El amor puro. fuerte y fecundo resiste la\ embestidas del instinto y madura la personalidad. El amor puro e~ difusivo. juvenil, contagioso. Pero la experiencia enseña que para conquistar este bello y grande amor. que lle– vamos en vasos frágiles de barro, hay que \'igilar y orar para no caer en la tentación ni en las redes pegajosas del instinto animal. La castidad es cuestión ele temple. de bravura. de sen– sibilidad. de esfuerzo. de honor. El cuerpo es una obra "·buena'' y hermosa. Cada sentido tiene su lenguaje expresivo. Ved las manos del trabajador. encallecidas por el arado, pero con suavidades de pluma cuando acaricia a su pequeño. Ved las manos de la mujer joven cuando se juntan en plegaria como paloma en vuelo. Ved las manos del hombre cuando firman o juran lealtades a la bandera, a la amistad, a los compromisos, ele por vida. Ved la mano franciscana desmigando el pan para los pajarilloc. u abrazando al Crucifijo, apasionadamente amado. El lenguaje de los sentidos. En sentido directo. la palabra. No salimos del asombro: ¿cómo un miembro físico y material como la lengua puede ser instrumento vivo para relacionarnos con los semejantes, para comunicar ideas y sentimientos de alto voltaje en contenidos y sugerencias? ¿Quién no se siente contagiado por esa sinfonía que en asalto y en murmullos de cascada entrelazan la carc<~jacla franca, la risa temperamental y la sonrisa tierna y complaciente? ¿ Quién no siente la fasci– nación del mensaje puro y fragante, ele las palabras "odorífe– ras". ele las formas ardientes y bellas del amor pulcro. de la simbología ele lirios y azucenas de la virginidad y de la pure– za? Maravilloso el cuerpo humano, como anatomía y como forma de expresión. Los oídos son como antenas sensibles en 259

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