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ausentes, con una peligrosa y desconocida agresividad, teme lo peor: la caída en las redes pegajosas del sexo... La obsesión del sexo es cárcel de cuerpos y almas. Mirada opaca y huidiza. Egoísmo brutal excluyente y exclusivo. Abulia y volubilidad de carácter. Ojeras sospecho– sas. Crispación de palabras y gestos. Ambiente enrarecido y polucionado. Clima de cansancio, ele pereza y ele impotencia. Con estos síntomas, el diagnóstico no falla: el joven, la ado– lescente han caído en las redes pegajosas del sexo... La radiografía del obsesivo limita con lo patológico y hiere los centros más sensibles del organismo moral: la memoria es un hervidero de imúgenes sucias, busca– das morbosamente con enfermizo desasosiego en las fuentes turbias del instinto. - la inteligencia huele a podrido en todas las zonas del pensamiento convertido en lodazal de ideas sucias, de proyectos sucios. de aventuras morbosas. de fantasías soeces, - la voluntad da en quiebra y se desmorona como un muro agrietado con los golpes de la lluvia y del venda– val. Los pecados oscuros de la carne son humillantes y singularmente vergonzosos cuando se convierten en hábito y se apoderan del organismo, con los síntomas de una metástasis voraz e implacable. La profanación del cuerpo por el vicio solitario puede llevar a situacio– nes peligrosas de vergüenza, de egoísmo. de rencor, de resentimiento y de agresividad. La obsesión sexual impide la concentración y la disciplina del trabujo serio y estú con frecuencia en la raíz del fracaso escolar y de la desintegración social. Es, en el fondo. un síntoma claro de inmadurez psicológica y de infantilismo men– tal. La metamorfosis del hombre en animal no sólo es argu– mento de fábula o ele películas de terror: el hombre-asno, el hombre-lobo, el hombre-cerdo, el hombre-monstruo. Fabula– ción, mito y fantasía quedan superados en la marcha contra reloj del erotismo paganizante sin freno, del hedonismo deca– dente, de la pornografía deshumanizante. La ramplonería. el achatamiento. la obscenidad tiene sus baluartes en los subur- 256

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