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ocupar un lugar de honor en el ''Catecismo de la Iglesia Cató– lica''. "La Bienaventurada Virgen avanzó en la peregrinación de la fe y mantuvo fielmente la unión con su Hijo hasta la cruz. Allí, por voluntad de Dios. estuvo de pie. sufrió intensamente con su Hijo y se unió a su sacrificio con corazón de madre que. llena de amor. daba su consenti– miento a la inmolación de su Hijo como víctima. Final– mente. Jesucristo, agonizando en la cruz. la dio como madre al discípulo con estas palabras: 'Mujer, ahí tienes a tu hijo... (Jn l9.26-27). Al parecer. la palabra "corredentonC hace su primera apa- rición en un himno litúrgico medieval. que reza así: ''Pia. dulcis et benigna nullo prorsus luctu digna. si fletum bine eligeres ut compassa Redemptori tu corredemptrix ficri ... '' El pueblo cristiano ha vivido horas entrañables ele fervor y ele ternura acompañando a María al pie ele la cruz. Ha com– partido con la Virgen la angustia y la amargura de los siete puñales del dolor. Ha llorado con María lágrimas ele compa– sión. de contricción y de gratitud. Y la experiencia del dolor le ha llevado a la madurez humana y espiritual mirando a los ojos misericordiosos de María y apelando a su misión mater– nal de salvación. El pueblo canta esperanzado: "Sálvame. Virgen María... •· 228

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