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principios básicos de una espiritualidad exigente. En definiti– va. la vocación es cuestión esencialmente espiritual. San Francisco que sabía tanto de las cosas de Dios y tenía tanta experiencia del mundo de los hombres definió con cla– ridad el "ideario·• y el ·'programa de acción" vocacionales. El ideal a rajatabla: la forma de vida es incuestionable. Lo que importa es la calidad, no la cantidad. Cuando se presenta un "proyecto de vida" sugestivo y fascinante responden los mejores porque comprenden que merece la pena dedicar la vida a una causa tan noble. La historia es maestra de la vida ayer. hoy y siempre. Pen– sar que la juventud en tiempos de San Francisco tenía más capacidad de entrega que la de hoy es un error de perspecti– va. Pensar que la juventud de hoy siente alergia a los grandes ideales y que la de ayer vibraba con ellos es una falsificación de la realidad. San Francisco llenó los conventos porque pre– sentó el ideal evangélico en tocia su pureza. La madre Teresa de Calcuta está llenando el mundo de palomares con un pro– grama de acción que linda con el heroísmo. Éste es el camino... 155