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violencia aunque se disfracen para la puesta en escena. Los lobos carniceros -y todos los lobos lo son- resultan más peli– grosos cuando se visten con piel de cordero . Es mejor la trai– ción a cuerpo limpio, con la espada desenvainada que la que con besos. Es menos innoble el error manifiesto que la doblez de la hipocresía. La condena de muerte al justo y al inocente con la legalización del crimen -léase Cristo, léase la matanza de los no nacidos, por el aborto- es mucho más perversa que la ejecutada por una banda de forajidos. La paloma de la paz sangra malherida cuando se impone la ley de la selva, la fuerza bruta, la sinrazón del vencedor como en el oeste americano, en el tribunal de Nuremberg, en las escenas dantescas de Hirosima y Nagasaki, en las purgas y en el Gulag, de Solznitzi, en las alambradas y cámaras de la muerte de los campos de concentración, en las tragedias del muro de la vergüenza de Berlín. La paloma de la paz huye asustada ante los errores del pensamiento que someten a la verdad a un proceso vergonzo– so y cobarde: la manipulación burda de la noticia, la defor– mación de los hechos, las carnpafias orquestadas por los sem– bradores de cizafia, las viles campafias del silencio contra per– sonas o instituciones honorables, los testigos fa lsos que arrui– mm el honor personal o familiar, el cinismo de las medias ver– dades que turban la conciencia con ramalazos de duda y de sospecha, la agresividad de los "ismos" deshumanizantes y desintegradores, en el caso decadente de las ideologías ... La paloma de la paz llora inconsolable cuando divisa y oye a la jauría de perros nerviosos en las cacerías organizadas por el sectarismo y la intrans igencia: hachazos contra el entra– mado religioso, retirada del crucifijo de las escuelas, penali– zación de la ensefianza religiosa, desmantelamiento del Belén en los edificios públicos y en los ayuntamientos, discrimina– ción en las subvenciones de tipo social por razones ideológi– cas, politización de instituciones venerables como la Cruz Roja... ¿Cómo no va a llorar la paloma de la paz, si todavía no ha perdido la vergüenza? La paloma de la paz siente el plomo en sus alas cuando ve 138