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te con su mirada, le baila en las pupilas. Lleva al Niño en las niñas de sus ojos para pregonarlo, para repartirlo y compar– tirlo con todos los adoradores. María se desvive amorosa– mente, femeninamente, maternalmente en comunión con su hijo y con su pueblo. De este modo , María es la mensajera del gozo para todo el pueblo. "La flor del contemplar", que decía Rilke, se nos ofrece de forma plástica en los "cristmas" de los pintores navideños y de los escultores de alta escuela, en todos los estilos artísticos, a compás de los ritmos de la civilización y de la historia. Murillo pinta en las navidades a la Virgen de la cara graciosa y radiante y los ojos perfectos. El Greco se sirve de la leve– dad de la envoltura carnal para dar relieve a la Virgen del pen– sami ento, con una mirada tan intensa que cala hasta la entra– fia con el estremecimiento de lo infinito. Navidad es la Buena Notici a del gozo para todo el pueblo. Navidad es la cumbre y el vértice de la devoción popular con sus características y originales manifestaciones expresivas. La devoción del pueblo a la Navidad es celebración festiva , acción dramática y caudalosa vibración de la emotividad y del sentimiento. La Virgen y el Nifio son los grandes amores del pueblo que, en su apasionamiento tira siempre a la des– mesura y cuando su corazón es batido por la vehemencia, rompe a cantar... El pueblo expresa el gozo de su liberación con lágrimas de emoción y de gratitud, con besos y cantmes que le salen del alma. El pueblo vive la experiencia del más grande y bello amor al Niño Dios que viene para salvarnos. El beso al Nifio Dios es el apasionamiento popular en estado puro, la forma más espléndida de adorar y de estar con Dios... La religiosidad popular "refleja una sed de Dios que sola– mente los pobres y sencillos pueden conocer." ... , y "engendra actitudes intetiores que rmamente pueden observarse en el mi smo grado en quienes no poseen esa religiosidad" , en expresión enérgica y vigorosa de Pablo VI, en la "Evangelii nuntiandi". Los destinatarios directos del pregón del gozo son los pastores, la gente sencilla, las buenas gentes que tienen la 130