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CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION POPULAR cho más que obedecer. Es pensar en ellos: no crearles problemas, no disgustarles, hacerles felices. El hogar cristiano es la escuela donde se aprende a vivir el Evangelio y el sentido profundo de la vida en clases de teórica y en las prácticas: veracidad, piedad, desprendimiento, caridad, fervor. Disco rojo Hay hijos que se avergüenzan de sus padres, de su posición económica o social, de sus manías o extrañezas de viejos. Hay hijos que abandonan a sus padres nece– sitados o enfermos. Los consideran como un «estorbo» y los internan en el asilo. Es un pecado monstruoso, fuera de casos de extrema necesidad. v. LEY DE AMOR Loado seas, mi SePíor, por aquellos que perdonan por tu amor. Disco verde La vida es un don maravilloso de Dios. La vida con su sartal de gozos, dolor y esperanza merece vivirse porque es bella y tiene un sentido y un destino. Engen– drar una vida, procrear, es continuar la obra de Dios. Prolongar la vida mediante el progreso de la ciencia es colaborar para hacer un mundo más conforme con los designios del Creador. La vida humana es sagrada y el hombre es «administrador», no dueño de la vida, ni aun de su propia vida. El hombre sólo puede «perder» su vida para «ganarla»: por un acto de heroísmo en defensa de la fe, «por causa de Cristo» o quemándola por sus hermanos, por ejemplo, atendiendo a los lepro– sos, apestados, etc. 81 -