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CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION POPULAR Amor, ¿a quién se recurrirá? El Amor, que ha dado por ellos toda su sangre, es el mismo Amor que los mal– dice.» «ID AL FUEGO ETERNO ... » Los tormentos físicos, que tanto impresionan al hombre mo– derno, que se rebela instintivamente contra todo género de tm– turas, constituyen lo que se llama la «pena de sentido». El hom– bre moderno, teóricamente adverso a las torturas, ha inventado las formas más terroríficas para envilecer y destruir a sus seme– jantes: los campos de concentración, las celdas de la muerte, los métodos psicológicos y técnicos para destruir la mente humana. El fuego atómico ha sembrado nuestra historia de atrocidades deshumanizantes. Y es un fuego «creado» por la técnica, es cosa de hombres .. «Era yo muy joven, casi un mno. Con la inconsciencia de los niños, un compañero de colegio subió a un poste de alta tensión después del baño matinal en el río. De pronto, una llamarada alucinante prendió en sus cabellos y lo dejó medio electrocutado. Todavía lo veo como en pesadilla con horribles quemaduras. A raíz del suceso, sus compañeros perdimos el apetito y el sueño y vagába– mos por los pasillos como fantasmas, con los ojos desen– cajados ... » «Al fuego eterno» El fuego del infierno no es metafórico. Es un fuego real que quema sin consumir ni destruir. Es un fuego objetivo que ator– mentará a los condenados eternamente. Y con el fuego, una situación inaguantable de remordimien– to, de soledad y de angustia, de oscuridad trágica y de desespe– ranza total... Cristo con sus cinco llagas: «Yo ¿para qué nací? Para sal– varme ... » -47 -