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CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MIS!ON POPULAR San Francisco da la bienvenida a la muerte llamándola «her– mana» y cantando ... «RESUCITÓ, NO ESTt\ AQUÍ» Es la certeza que da sentido a nuestra vida y a nuestra muer– te. Cristo ha dicho: «Yo soy la Resurrección la Vida. El que cree en Mí, aunque haya muerto, vivirá, y todo el que vive y cree en Mí no morirá para siempre». Es bien claro: Cristo no sólo resucitó, sino que es nuestra Resurrección. Hemos sido sumergi– dos en la muerte por el Bautismo y compartiremos también su destino mediante la Resurrección. «Mujer, no llores. Mujer, ¿por qué lloras?» Y dijo Je– sús: «María». No es el hortelano: es Jesús resucitado. «¿ Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No temáis: ya sé que buscáis a Jesús de Nazaret, que fue crucificado. No está aquí. Resucitó, como El mismo ha– bía dicho.» Ante el anuncio de la Resurrección, las mujeres parten «con gran alegría» a comunicárselo a los discípulos. Luego empiezan ]as apariciones de Jesús a los suyos. Hay una psicología nueva de gozo, de comunicación, de valentía, de coraje, de entusiasmo, de testimonio ... CRISTO, JUEZ DE VlVOS Y MUERTOS Frente a una religiosidad exterior que se deja seducir por el culto a las apariencias, el narcisismo ante la propia imagen y el «maquillaje» para presentarse ante la opinión pública .. , el cris– tiano va por la vida a cuerpo limpio, con santa libertad, con insobornable fidelidad, con valentía y honor, porque sabe, como Francisco, que soy lo que soy ante Dios, ni más ni menos. - 33 -