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CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION POPULAR El compartir la Mesa de Jesús: comer su Cuerpo y beber su Sangre estrecha los lazos de la fraternidad, que tiene un signo y un contenido «sacramental». La «fracción del Pan» nos obliga a compartir los bienes terrenales con los necesitados en una pers– pectiva de Amor, mucho más exigente que las normas de la justicia. - Yo estaré con vosotros hasta el fin de los tiempos. Es el mundo nuevo en el que Cristo está con nosotros. Pero es necesario comprender y vivir su presencia entre nosotros: El Maestro está aquí y te llama. CRISTO NOS REDIME EN EL SACRIFICIO DE LA CRUZ «Me amó y se entregó a la muerte por mí.» Cristo murió por mí. Murió en mi lugar. Clavó en la Cruz mi sentencia de condena. Nadie ama más que el que da la vida por sus amigos. Lo dio todo. Se me dio todo. No pudo hacer más por mí. Adorámoste, Cristo, y te bendecimos porque con tu Santa Cruz redimiste al mundo. Cristo Redentor -ara, altar, sacrificio, Cruz- es el centro de la existencia cristiana. La Eucaristía es, ante todo, el Sacrificio de la Redención que se renueva en el altar. Cristo vino para re– dimirnos y a darnos ejemplo de vida. El momento cumbre de ]q - 159 -