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CRISTO, PROTAGONISTA DE LA MISION POPULAR al moribundo en el trance amargo y le devuelve la confianza y la paz. La Unción es un Sacramento esperanzador con su litur– gia profunda y reconfortante. Cristo acompaña amorosamente al cristiano en la última hora y lo arropa con su perdón, su gracia y su misericordia. La muerte se convierte así en un encuentro personal con Cristo, y este en– cuentro es salvador. Los Sacramentos son la presencia santificante de Cristo. Desde la cuna al sepulcro, Cristo está con nosotros en todos los momentos claves de la existencia cristiana. Porque Cristo ha venido para eso: para que tengan vida en abundancia, para san– tificar y salvar. CRISTO NOS SALVA POR LA FE Fe es ver el mundo, los acontecimientos, la realidad social, la propia historia personal, el presente y el futuro, la vida y la muerte en una perspectiva sobrenatural, en clave de desde Dios. Con los ojos de Dios -ojos perfectos-, los paisajes del es– píritu quedan invadidos de luz para vislumbrar y hasta com– prender mejor quién y qué es el hombre en su origen, en su vocación temporal y en su destino eterno. Con los ojos de Dios, la vida tiene un sentido de plenitud y se realizará definitivamente en el Reino de Dios, cuando lo veamos cara a cara tal cual es. Fe es recibir a Cristo en nuestro pobre mesón, compartir con El y con los suyos el hogar y la mesa, el pan y la amistad. Confesar que es el Hijo de Dios vivo y comprometemos a seguirle a donde quiera que vaya. La fe viva lleva siempre a comprometemos por Cristo y a complicarnos la vida por nuestros hermanos. - 133