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MAG-NITUD DEL ESFUERZO MISIONERO DE ESPAÑA La·.Provincia de Navarra, última en hacer su aparición en el cuadro de las Provincias españolas, no tuvo misión propia hasta 1748, en que Fernando Vl, movido del celo que mostraban los superiores provinciales, le encomendó la evangelización de la región de Maracaibo, disgregada del territorio de los va– lencianos. Los capuchinos castellanos, después de los dos intentos de misión propia en el Darién y de un tercer intento en la costa de Africa (Arda), sólo a fines del siglo xvm (1778), tuvieron a su cargo la misión de la Luisiana, con un colegio de misione– ros en La Habana. Este período señala el apogeo numérico de las misiones capuchinas en América: entre las seis Provincias españolas llegaron a tener en 1788 en misiones vivas 224 reli– g10sos, cifra únicamente superada a la sazón por los francis– canos. En el siguiente cuadro no figuran los capuchinos españoles que, solos o en unión con los de otras nacionalidades, trabaja– ron en gran número en las misiones africanas. En 1817 la rebelión venezolana dispersaba a los capuchinos forjadores de la civilización patria ; 13 de ellos morían en la cárcel y otros 20 eran ejecutados por orden de Bolívar. Y los capuchinos dejaban fundadas en Venezuela más de 200 pobla– ciones <1 4 sl. (148) Hemos consultado principalmente las siguientes obras: FROYLÁ" DE H10- NEGE0, 0.F.M.C.I\.P., Relaci-Ones de las Misiones de los PP. Capuchinos en Venezuela, 2 vols, Sevilla 1918; Misiones de los PP. Capuchinos en Venezuela. Documentos, Pontevedra 1930: BA-LTASAE DE LoDARES, O.F.M.CAP., Los franciscanos capuchinos en Venezuela, 3 vols. Caracas 1929·31; Relaciones h;st6ricas de las .l1isiones de Padres Capuchinos de Venezuela, Madrid 1928; NICOLÁS DE CÓRDOBA, O.F.11'1.CAP .. Brevis no tilia almae Capuccinorum Baethicae Provinciae, Mediolani 1889. - 169 -