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SAN ANTONIO El 18 de diciembre de 1925 salen de Tucupita en plan de establecer una Casa– Misión en las márgenes del río Barima , Mons . Diego Alonso Ni stal, Vicario Apostólico, el M. R.P . Crisóstomo de Bustamante, Superior Regular y el P. Bonifacio de Olea . En Araguaimujo se une a la expedición Fr. Rogerio de Yal– duvieco. Cuatro días de navegación, entre selva, bajo el cielo y sobre el agua, para llegar el 22 al Faro de Barima con lancha es– tropeada . El 24 prosiguen la navegación, río arriba, en la falca del Faro tripulada por los bogas que generosamente les ce– dió el señor E. Arria. En la madrugada del día 25 -¡inolvidable Nochebuena!– echan pie a tierra junto al rancho de un criollo llamado Alejandro Marietti. PRIMERA MISION: UN RANCHO QUE ES ¡ EL ARCA DE NOE! Deciden situar la fundación en la zona más elevada de la margen del río. Mien– tras se preparaba la Casa de los Misio– neros, se alojaron en un rancho que les cedió el señor Marietti, contiguo al suyo . En él instalaron la capilla, la cocina, el DEL BARIMA dormitorio y el comedor. Todo en una pieza : ¡la única que tenían ... ! En él hab itaron cinco meses ... Bueno, mejor es decir que en él se refugiaban en la noche durante cinco meses, porque durante este tiempo la vida la hacían al aire libre. El nombre del Centro se lo die– ron por un cuadro de San Antonio que el señor Marietti les regaló para que hi– ciera de retablo para celebrar la santa Misa. El 2 de febrero de 1926 llega de Cara– cas el P . Benigno de Fresnellino con el cargo de Superior de la nueva fundación. Con él comienzan las obras del Centro Misional, pues hasta entonces no dispo– nían ni de las herramientas más indispen– sables . Empiezan a llegar obreros y peo– nes y las obras progresan visiblemente . Pero el 3 de mayo tienen que ser suspen– didas porque se han agotado los recursos económicos . El P. Benigno se traslada a Upata en busca de recursos y regresa acompañado de un nuevo Misionero, Fr. Saturnino de Bustillo, que viene a suplir a Fr. Rogerio que ha tenido que salir enfermo. Al po– co tiempo, el mismo Fr. Saturnino en– ferma de tal gravedad que le son admi– nistrados los últimos Sacramentos . Cuan– do mejora es trasladado a la casa de Tu– cupita. Desde el 26 de septiembre de 1926, hasta el I de marzo de 1927, quedan solos en la Misión los Padres Benigno y Bo– ni facio, teniendo que atender personal– mente los dos solos a todas las faenas y trabajos de la naciente Misión. El 1 de marzo llega Fr. Patricio de Castrillo. Pero esta ayuda inapreciable bien poco les dura. El Hermano es ata– cado por un fuerte paludismo. Logra re– ponerse. Pero una recaída le agota y fa– llece el 2 de septiembre de 1927. DRAMA Y TRAGEDIA DE LA AGRICULTURA Los Misioneros comienzan a preparar terrenos para las siembras. Talan la sel– va, quitan maleza, hacen caminos, abren trinchas para el desagüe en las zonas pantanosas .. . Recogieron algunas prime– ras cosechas: batata, yuca, maíz, fríjoles, auyama y sandía... Pero el terreno era poco consistente y el viento derribaba parte de las siembras . El contratiempo para la agricultura eran las inundaciones causadas por las crecidas del río impulsado por las mareas. Las zanjas se cegaban, las válvulas de desagüe se atascaban, y el agua salobre inundaba todas las zonas de labranza. Ocasión hubo en que el agua llegó a la misma puerta de la casa. «Cuando regresé del viaje a Morajuana me encontré con la sorpresa de que, por la crecida de la inundación, tuve que atracar la lancha a la misma puerta de la Casa-Misión, y el recibimiento me lo hicieron las gallinas que habían invadido el corredor» . De estas inundaciones de aguas salo– bres procedía la insalubridad del terreno, anegadizo y pantanoso. Y aquí se estre– llaron los esfuerzos agotadores de los Misioneros haciendo zanjas o trinchas para acondicionar los terrenos . Todo inútil. Tuvieron que desistir. EL MEJOR REGALO: ¡UN GARRAFON DE. .. AGUA! Una de las mayores dificultades mate– riales con que tropezaron los Misioneros, fue la escasez de agua potable. El agua de río Barima era siempre salada . El año 1927 esta zona padeció una enorme sequía. Cerca del rancho de Marietti había un pozo, pero de agua verdosa y nausea- 77