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Fr. Emiliano de Cantalapie– dra (Jesús Emiliano Benito González) Nació el 29 de enero de 1925, en Cantalapiedra (Salaman– ca). Llegó a Machiques el 11 de marzo de 1952. Ha trabajado como chófer, cocinero, visitador de ranche– rías. Como constructor hizo la pri– mera estación misional de los motilones. Iba al frente del grupo de indios cuando mata– ron a Pete. P. Enrique de Cevico (Ma– nuel Zurita Alba) Nació el 1 de enero de 1902, en Cevico de la Torre (Palen– cia) Llegó a Machiques el 12 de octubre de 1961. Salió para la Custodia el 2 de febrero de 1969. Fue superior y Párroco de La Villa, Guarero, Sinamaica y Machiques. Sus actividades preferentes fueron: la Predicación, Reti– ros, Ejercicios Espirituales, Cursillos de Cristiandad, Conferencias de cultura reli– giosa, Clases de religión en varios colegios, Actos religio– so-deportivos en honor a la Divina Pastora, Catequesis, Homilí'as, Actos litúrgicos, Devociones populares, etc. Se le puede llamar el «cons– tructor» y reparador de capi- llas. Construyó la iglesia pa– rroquial de Guarero y parte del Internado y las capillas de Nuestra Señora de las Tres Avemarías, San Fidel de Sig– maringa , terminó las de San Antonio y San Benito en Si– namaica. P. Enrique de Langayo (An– tonio Vaquero Rojo) Nació el 15 de agosto de 1932, en Langayo (Vallado– lid) Llegó a Tucupita en septiem– bre de 1956. Salió de la misión en junio de 1970. Trabajó con gran entusiasmo y competencia en Araguaimu– jo, Guayo y Nabasanuka. Fomentó en varias zonas la promoción agrícola del indíge– na con la iniciativa de las co– operativas arroceras. Llegó a dominar el idioma warao , cuyo reflejo son las publicaciones siguientes : «Guanaguanautu», edición warao-castellana de los Evan– gelios. «Idioma warao» (mor– fología, sintaxis , literatura). «Textos folklóricos de los In– dios W arao» (trad. al castella– no). P. Epifanio de Valdemorilla (Asterio Jano Bajo) Nació el 1 de julio de 1932. Llegó a Machiques el 15 de octubre de 1959. Salió de la misión en octubre de 1971. Trabajó con gran dedicación en la evangelización de los in– dios yucpas de Perijá. Llegó a dominar su idioma y sobre esta lengua preparó varios es– tudios. Fue, con el P. Adolfo, quien entró por tierra en la famosa tribu de los indios Motilones. Hizo estudios en Norteaméri– ca sobre lenguas, antropolo– gía y problemática indígena. P. Ernesto de Bilbao (Euge– nio Calvo Fuente) Nació el 16 de junio de 1936, en Bilbao. Llegó a la misión de Tucupita en febrero de 1965. Salió de la misión en junio de 1970. Trabajó durante estos años en la misión del Bajo Orinoco. P. Eulogio de Villarrín (Gor– gonio Gómez Martín) Nació en Villarrín de Campos (Zamora) el 1 de enero de 1900. Llegó a las misiones el 17 de diciembre de 1927. Murió en Ciudad Bolívar el 15 de abril de 1967. Fue Párroco de El Palmar y El Callao hasta 1931, Supe– rior de Luepa en dos veces sucesivas y residió asimismo en Santa Elena y Kamarata. Recorrió a pie, en excursiones apostólicas, toda la Gran Sa– bana y escribió numerosos re– latos y colaboraciones en «Ve– nezuela Misionera» con un es– tilo muy personal, con gracia y naturalidad , bajo el seudó– nimo de EKAREMENIN. Era muy querido por el pue– blo, el Gobierno y los indios . Cuando se enteraron de su muerte «una nube de dolor cubrió toda la misión de la Gran Sabana». Los restos de P. Eulogio fue– ron exhumados en Ciudad Bolívar para llevarlos al Cen– tro misional de Kamarata. Su sepultura es lugar de pere– grinación para todos sus hijos de la Gran Sabana que lo te– nían por un gran santo. Ezequiel Bonal Misionero seglar. Nació en Villoría (Salamanca) Llegó a la misión el 18 de mayo de 1957. Trabajó en la fundación de Guana y como catequista en las rancherías y escuelas al aire libre. Fue preceptor de los mucha– chos del Internado del Tucu– co. Es maestro en zapatería y es– pecialista en ganadería. Entre sus datos biográficos hay que anotar que es excom– batiente de la gloriosa Cruza– da española de Liberación. Fue fundador de la A.C. en la parroquia y su Presidente du– rante siete años. Su Párroco, don Pedro Simón, es gran animador de los ideales mi– sioneros. 241