BCCCAP00000000000000000000320

LA MISIONERA «SOR CATEQUISTA», «SOR DIACONISA» Esta es la finalidad culminante de todas las actividades de la Mi– sionera: el cultivo de la verdad cristiana y de la formación reli– giosa en las almas a ella confiadas. Ayudante imprescindible para el Sacerdote Misionero. Para ella, magnífica y ejemplar, la aplica– ción del calificativo como MUJER SACERDOTISA. MISIONERA: ¡TUS MOMENTOS DIFICILES Y TUS HORAS AMARGAS ... ! Momentos difíciles, circunstan– cias arriesgadas, fluctuaciones de ánimo con todos los colores del arco iris, días amargos de decep– ción, de dolores íntimos y lágri– mas ocultas o derramadas a es– condidas ... Sólo tú lo sabes, Mi- / sionera y el Dios que te dio la vo- cación y te reserva la recompensa. PERO TAMBIEN TIENES... ALGUNA RECOMPENSA ¿Ves muchos de los frutos conse– guidos en tu obra misionera? ¡CUANTOS te llaman MADRE ... ! ¡Cuántos han pasado por tus cuida- dos y atenciones! ¡Cuántos te recuerdan y... TE BEN- DICEN! ¡Niños que has salvado! ¡Jóvenes que has educado! ¡Hogares que has dignificado! ¡ Y los frutos conseguidos para que tu obra tenga continuación en las vo– caciones indígenas suscitadas por tu ejemplo, en el mismo medio humano de las tribus de la selva! Has alum– brado vocaciones de pura cepa «in– dia» para tu Congregación, para los propios hijos de la raza, para la Igle– sia, para Dios. Doy la razón al poeta; en recuerdo de tu obra y de tu ejemplo: «El hombre está colocado donde termina la tierra. La mujer, donde comienza el Cielo.» 185

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz