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184 LA MISIONERA «SOR ENFERMERA» Indígenas y Misioneros bendeci– rán siempre las manos delicadas y amorosas de la Misionera Enfer– mera que prodiga competencia profesional, solicitud entrañable y cariño universal en hospitales, dis– pensarios, enfermerías. La Misio– nera, siempre inasequible al des– aliento, en una incesante búsque– da de almas que salvar y cuerpos enfermos que sanar. LA MISIONERA «SOR MAESTRA» No importan las condiciones materiales ni la dotación de ma– terial didáctico de los edificios que en las Misiones hay que llamar escuelas. Allí estará también ella, enseñando y aprendiendo, para adentrarse en el alma del indíge– na, a fin de redimir su inteligencia de la ignorancia y elevarlo a los conocimientos de la civilización y de la cultura. LA MISIONERA «SOR MODISTA» Manos, telas, agujas, hilos, tije– ras, máquinas... ¡Qué actividad " incesante en la Misionera profeso– ra de corte y confección! Y qué realidades tan consoladoras con– seguidas en esta profesión en la capacitación de las personas de las Indias.