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Grupo de los primeros misioneros del aiio /925 . ESTOS SI HICIERON SEMENTERA En 1754 don José Solano, que fue uno de los más ilustres gobernadores de Venezuela, vino desde España a recorrer el río Orinoco y a establecer las fronteras con los dominios portu– gueses. Las dos cosas le resultaron imposibles. De «agigantada nube» califica al Orinoco. El Cacique de los indios Guypuna– vis les acompañó ladinamente en los v1aJes de reconocimiento. Le acusa– ron de que sus indios habían matado y devorado a otros hombres. El Ca– cique lo negó. Pero cuando le com– probaron ser cierto que habían ma– tado a varios indios Guahibos, el Cacique Cruzero dio la siguiente ex– plicación: «Esos no son hombres. ¿ No ves cómo viven? ¿ No ves que no hacen sementera?» Los que atravesaron el río y se in– ternaron en la selva fue en una tran– sitoria empresa de rapacidad, en bus– ca de la Manoa resplandeciente del siglo XVI, o más tarde, del oro, de la sarrapia, del balatá, de los diaman– tes ... Gentes de caravana y de aven– tura que remontaban ríos intrincados y abrían caminos en la selva en busca de las más fabulosas y violentas for– mas de riqueza. El Cacique Cruzero no hubiera po– dido ll amarlos hombres. En traban para regresar pronto, con riquezas o con desilusiones, o con los primeros elementos de nuevas fábulas aluci– nantes. Lo que hubo poco fue gente que hace sementera. Esta queja del escritor venezolano A. Uslar Pietri se tiene que convertir en reconocimiento ·de justicia y testi– monio de admiración, ante la presen– cia, permanencia y trabajo a todo riesgo que en estas zonas del Orinoco y de la selva llevaron a cabo -y allí siguen- nuestros Misioneros Capu– chinos. ESTOS SI HICIERON SEMENTERA Porque conocieron, amaron y trabajaron por el cuer– po y el alma de VENEZUELA. 15

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