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CON LA VIRGEN DEL CAMINO HACIA LOS MOTILONES El Vicario Apostólico nos había dado la orden de intensificar el acercamiento a los Motilones. He– mos mejorado el camino en sus últimos kilómetros. Hemos llega– do hasta el río Totayonto que se– ñala los límites entre los indios yucpa y los DOBOKUBI o moti– lones. Nos consideramos práctica– mente en tierra de nadie, aunque los peligros y el riesgo los tenemos en ambas «fronteras». Hasta esta zona hacen sus incursiones ambos grupos étnicos, pero con miedo y con recelo. Y aquí decidimos esta– blecer la avanzadilla de nuestra nueva Estación Misional, que la hemos bautizado con el nombre de VIRGEN DEL CAMINO DE LOS MOTILONES. INSTALAMOS EN LA TORRE EL MAS POTENTE ALTAVOZ Pensamos en la posibilidad de que los Motilones puedan escuchar nuestra voz desde lejos, y así he– mos instalado en la torre del Tu– kuko el más potente altavoz que hemos encontrado en el mercado. La música, y la voz de los dos Motilones de nuestro Internado, los CHIBIO, que les dicen algu– nas palabras en su idioma, tran– quilizan nuestros ánimos y alien– tan nuestra esperanza de una po– sible comunicación con ellos. Nos hemos propuesto no hacer ningun disparo en nuestros viajes, de no impedir que se lleven todo lo que puedan juzgar provechoso para ellos en sus incursiones hasta En este árbol central colocó el P. Adolfo de Vil/a– mañán el cuadro de la Virgen del Camino para que les protegiera en la entrada a los motilones. la Misión, cuyas huellas y señales hemos podido identificar. Hemos celebrado la primera Misa en las orillas del río SHUKU– MU y colocamos el cuadro de la VIRGEN DEL CAMINO en un árbol que nos sirvió de retablo para el santo Sacrificio. VECINOS DE LOS BRAVOS MOTILONES Prácticamente nos encontramos vecinos de los bohíos motilones. Desde la estación de la Virgen del Camino nos resulta fácil el viaje de ida y vuelta en el mismo día. El primer bohío motilón dista de nuestro campamento, en línea rec– ta, solamente seis kilómetros. Pa– rece que esta zona fue habitada por los Motilones hace algunos años, hasta que los flechamientos se produjeron y se organizó la per– secución y hostigamientos de los Motilones por parte de algunos empleados de las Compañías pe– troleras. PERSECUCIONES Y MATANZAS DE INDIOS MOTILONES Mientras los Misioneros realiza– mos esta labor de acercamiento, la codicia insaciable de desalma– dos aventureros -muchos de ellos indocumentados- están realizando incursiones a mano armada en toda esta región. Tenemos infor– mación documentada por testigos presenciales de que se han come– tido con estos indios verdaderos crímenes de lesa humanidad, ma– tanzas y atropellos, destrozar sus plantaciones y quemar sus cho– zas ... Cada día se hace más urgente la demarcación oficial de las zonas indígenas, por el bien de estos po– bres indígenas y para que nuestra labor misionera pueda ser real– mente eficaz. Sólo así podrémos tener cierta garantía de protección oficial en la arriesgada empresa en la que estamos empeñados. (Relato del P. Adolfo de Villamañán Octubre de 1957) VEN CON NOSOTROS AL CAMINAR: VEN 137
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