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EN ESA DE RONCESVALLES Era normal el recuerdo de la batalla al mentar a Roncesvalles. Pero tampoco andaba descaminado el personaje de la comedia Eufrosina al deno- minar casa a Roncesvalles, como punto de referencia del descalabro francés. En el mismo Cancionero de Amberes ocurre esa denominación, aplicada primero a la Casa por antonomasia, la Casa Santa de Jerusalén. En el romance del Conde Dirlos se lee: ...porque los reinos son lejos del rey moro Aliarte, que son cerca la Casa Sancta, allende de nuestro mare. Y en el romance del incitamento y conducta general contra el gran turco a toda la cristiandad, se arenga a todos: ...labradores, dejad rejas; mercaderes, el tratar: ganaremos la Casa Sancta que Carlos ha de ganar... 12 . El Bachiller Sebastián Fernández, en su tragedia P oliciana, publicada en Toledo en 1547, nos presenta a tres personajes que compiten, si no en devoción, sí al menos en jurar por la Casa Santa. Salucio dice: «Endure él, que nosotros gastaremos e aun juro a la Casa Sancta no ayune él tanto en un año cuanto yo desgarre en un día». Páginas más adelante repite Solino: «Juro a la Casa Sancta, otro celoso hay en la posada». Cojuelo, "Clásicos Castellanos", tomo 38, ed. de 1922, pág. 145, tras una discusión sobre el reparto de papeles entre unos cómicos, hace salir de la venta a don Cleofás y al Cojuelo "quedándose abrasando a cuchilladas la compañía que fuera un Roncesvalles del molino del papel si el ventero no llegara con la Hermandad". El anotador, Fran- cisco RODRÍGUEZ MARÍN, advierte que "esta expresión es una de las más malas de en- tender que hay en El Diablo Cojuelo". 12 Cancionero citado, fols. 7 r y 219 v, respectivamente. Un siglo antes, en las Andanças e Viajes de Pero TAFUR por diversas partes del mundo ávidos (1435-1439), Madrid, 1874, tomo 8 de la "Colección de libros españoles raros o curiosos", págs. 51-52, hay una referencia a Rama, a cinco leguas de Jafa y se añade: ".. e allí está una po- sada que fizo el duque Godofre de Bullón, quando ganó la Casa Santa". Y en la pa- gina 273 vuelve a aludir a "la Casa Santa de Ierusalem". La denominación pervive en Navarra todavía en las Cortes de 1817 y 18, en las que se establece que en Navarra no se pida para fuera del Reino, sino por el Hospital General de Zaragoza, Fábrica de Nuestra Señora del Pilar y Casa Santa de Jerusalén. Véase José YANGUAS Y MI- RANDA, Diccionario de los Fueros del Reino de Navarra, San Sebastián, Imprenta de Ignacio Ramón Baroja, 1828, pág. 330. [5] 39

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