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P. ANSELMO DE LEGARDA Pero Roncesvalles no era sólo un célebre campo de batalla. Bécquer y Elíseo Reclus lo han visto como bello paisaje, como retiro y descanso apaci- ble. Y así lo imaginaba también don Francesillo de Zúñiga en una alusión venenosa al rey destronado de Navarra: «Montmoransi, en sus Etymologías a los de Orleans, y don Juan de Labrit dicen que quisieran más estar en Santa María de Roncesvalles que no en el fuerte de Pavía» 45 Casi un siglo antes don Pero Veles o Vélez de Guevara, en un decir que hizo y ordenó a madama Juana de Navarra en loores de su hermosura, había cantado: Conviene que diga de la buena vista que en Ronzas Valles vi estar un día. Va citando a Alejandro, a César, a Aníbal y a otros que en sus con- quistas no encontraron dama como Juana de Navarra 46 . Si, como curiosos turistas, nos acercamos a Roncesvalles, no encontra- remos ya a Juana de Navarra y acaso tampoco los recuerdos fabulosos de Roldan, ni de Bernardo del Carpio, conservados en la Real Casa. Don Quijote nos ha asegurado al principio con toda seriedad que «en Roncesvalles está el cuerno de Roldán tamaño como una grande viga». De seguro que don Quijote no llegó a verlo, pese a su tamaño. Quien lo vio, a fines del siglo XV, fue el peregrino alemán Arnold von Harff. En su diario nos da la noticia de que en Roncesvalles le muestran un cuerno grande o grueso y largo que, según se dice, habría sido el cuerno de caza del gigante Roldán 47 . Bécquer admira otras reliquias: «Tampoco dejan de ser notables las mazas que la tradición asegura haber pertenecido a Roldan, y de las cuales la una es de hierro y la otra de bronce» 48 . 45 Crónica, cap. 48, BAE, tomo 36, pág. 35. No entiendo por qué se mofa del último rey de Navarra, cuando Juan había muerto en 1516, cuatro años después de la usurpación de Navarra, nueve años antes de lo de Pavía. El prisionero en Pavía y evadido luego de su fortaleza fue Enrique de Albret, nacido en Sangüesa el 24 de abril de 1503. Sobre esos hechos véase Amada LÓPEZ DE MENESES, El último infante de Navarra, Carlos de Albret, en "Príncipe de Viana" 22 (1961), sobre todo, págs. 184-186 y apéndices correspondientes. Un poco más adelante, cap. 50, pág. 37a, don Francesillo alude a los monjes de Roncesvalles. 46 Cancionero de Baena, Madrid, 1851, pág. 350. 47 Véase H. GAVEL, Un pélerin de Saint-Jacques au Pays Basque á la fin du XVe siécle, en la revista "Gure Herría" 2 (1922), pág. 390. 48 Roncesvalles, pág. 650. Ahí mismo recoge BÉCQUER noticias sobre la situación jurídica de Roncesvalles con respecto a la Silla apostólica y a la Corona. Cita al prior y al abad de Roncesvalles. Al prior nos lo podemos encontrar igual en Valencia con Pedro de La Gasca que en Toledo dialogando con un labrador frente a una pin- tura del infierno en la capilla del arzobispo don Pedro Tenorio, en el claustro de la 50 [16]

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