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"-Y tú , muchacho, ¿qué hacías con los frailes?-le preguntaron ::il espirante. "-Yo estaba de refectolero. "-Y ¿qué es eso?-Y se marchaban . Mientras tanto , otros mi– licianos y guardias insultaban a los de casa y se llevaron la caja de caudales de la señora." Maltratados de palabra y de obra los religiosos, insultada ]a se– ñora y sirvientas de la casa, consumado el latrocinio por aquellos la– drones vulgares y asesinos de oficio, bajaron a los dos religiosos ya detenidos a una habitación de la portería del edificio. Dejamos nue– vamente a fray Roberto que nos relate su propia odisea y la del Padre Fernando hasta que éste sufrió la muerte trágica. "Nos bajaron a ]os tres (al aspirante luego le enviaron a Valencia) a una habitación de la portería; allí estaban reunidas unas diez perso– nas, entre ellas, un teniente coronel de Caballería. Después de largo rato nos hideron subir a un coche. Los que pasaban por la calle, al vernos subir al coche, nos miraban con tristeza. Por fin ]legamos a un edificio cerca de nuestro convento. Entramos en la sala de espera , en donde había muchos detenidos. Al padre, al teniente coronel y a un servidor nos mandaron bajar por una escalera, llegando a una habitación del sótano, sucia y con muchas botellas vacías. Apenas se veía, pero no había sangre. Nos mandaron poner los brazos en alto u'n buen rato; un miliciano nos apuntaba con el fusil. Cuando nos mandaron bajar los brazos nos confesamos los dos co'n el Padre Fernando. Terminada la confe– sión, comenzó a hablar el Padre. "Ahora vamos a. comulgar, pero va– mos a comulgar espiritualmente." El Padre hablaba sin miedo ... Yo me di cuenta, y supongo q11e los demás también , que nos querían matar. Al anochecer nos sacaron de allí, llevándonos a la checa estable– cida en Bellas Artes. Nos encontramos con muchos detenidos; yo no me separaba del Padre. A las doce de ]a noche le dije: "Mfre, Padre, faltamos sofamente los dos (todos los demás ya habían entrado a de– clarar) , ¿qué vamos a decir"? El me respondió: "La verdad, que so– mos religiosos capuchinos." Cuando llamaron, quise yo ir con el Pa- - 78 -

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