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XVI PRESAGIO DE MARTIRIO Antes de cumplirse el mes de la proclamación del régimen repu– blicano empezaron sus "caricias antirreligiosas" acá y allá, con in– cendios de centros religiosos y serias molestias a eclesiásticos, a cató– licos ejemplares y a personas de orden . Desde este momento se inició ya el movimiento sedicioso y revolucionario que las masas rojas prac– ticaron pri'ncipalmente en Madrid desde el 1 J de mayo de 1931 en adelante, actuando contra la Iglesia y en particular contra las Ordenes religiosas. El Padre Fernando fue sorprendido por los sucesos en Pontevedra, donde se hallaba a la sazón por asuntos particulares. Todas las noticias que le llegaban por la Prensa eran muy alarmantes, pues se sabía que habían incendiado algunas iglesias, como la de los Padres Jesuitas de la Flor y se producían en las calles grandes tumul– tos co·ntra los religiosos y contra todo lo que significaba religión , dando lugar al incendio del colegio de Maravillas, enterándose asimismo de que las turbas enfurecidas trataron de entrar y entraron en la iglesia de los Padres Capuchinos, con iguales designios, el 1l de dicho mes y año, pero sin causar daño algu·no por entonces gracias a la inter– vención de la fuerza pública. El día 11 de mayo, efectivamente, se habían cerrado por pruden– cia las puertas de la iglesia de Jesús de Medinaceli; cierto que una inmensa chusma llenaba la plaza en que estaba enclavada la iglesia, inte'ntando entrar por medios violentos para realizar su obra de incen- -69-