BCCCAP00000000000000000000315
la vida religiosa, como antes había temido, y ya en este punto no faltaba más que seguir la voz de Dios." ("Epistolario orientador", pá~ gi nas 24-25.) El 13 de 'noviembre de 1900 escribe a su madre dándola razón ele su definitiva determinación de quedarse en el convento. Es del tenor siguiente: "Mi querida madre: Gran co, .. uelo trajo a mi espíritu su senti– dísima carta IÍ/tima, inspirada en el más puro espíritu cristiano: me admira y me consuela la heroica, conformidad que en ella muestra. Con la maravillosa intuición que tienen las rnadres, sobre todo cuando se trata de la felicidad de sus hijos, seguramente presentía usted, aca– so mejor que yo mismo, a dónde me llamaba mi vocación, y llegado el momento del sacrificio lo acepta usted con cristiana resignación y heroica fortaleza , si bien con el sentimiento natural en estas cosas. Fre– cuentemente las mujeres nos dan ejemplo a los hombres de virilidad, de espíritu y grandeza de alma que conduce al cumplimiento de los más penosos deberes, haciendo caso omiso de cuanto en contrario digan los propios gustos, los particulare·s intereses y las conveniencias terrenas. Las cosas del espíritu no pueden medirse con el mismo cri– terio que aplicamos a las cosas temporales. No es lo mejor lo que más alegría y bienestar produce; Dios dirige los corazones y a veces pide sacrificios, y cuando los pide, preciso es hacerlos. El que usted hace resignándose con su voluntad no es pequeíío; pero cuanto mayor es el sacrificio, mayor es el mérito. Y a la decía en cartas anteriores: si la separación es penosa para ustedes, figúrese cuán grande será el sacrificio para mí, que he sido siempre hijo cariíioso y siempre he 11rocurado no darles la menor ocasión de disguS<to. Durante varios días mi pensamiento constante y todas mis oraciones eran para que Dios les concediese valor y resignación , según escribía a Mariano en mi carta del 9. Adiós, madre querida; que Dios le pague su resignación y el consue lo que con ella me ha dado, y reciba un abrazo que con el alma le envía su hijo Fernando." ("Epistolario orientador, pág. 27.) En fecha próxima (22 de noviembre) escribe también a su padre defendiendo dignamente su resolución , diciéndole: "Mi queridísimo padre: No pretendo defenderme del errado concepto que usted forme¡ - 35 -
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz