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del hombre para hacer agradable la vida, con edificios suntuosísimos y vergeles en que se desarrollan y florecen las plantas de todos los climas de la tierra, singularmente los tropicales. En este país privi– legiado pcr su exposición al mediodía, reina perpetua, primavera. La repentina aparición de Génova, con edificios que parecen cons– truidos unos sobre otros y con los mil barcos atracados, después de un túnel que la oculta por completo, es de lo más fantástico que se puede imaginar. !:afia está muy poblada y tiene bellísimas poblaciones. Desde Ven– timiglia hasta Rema vinimos casi siempre a la orilla del mar, de un mar tr<,msparente, azulado a distancia con el purísimo azul, y el cielo de ltúlia, más claro lwcia la orilla, y blanco al perderse el!' la playa con su festón de espuma. Nada ha), de exageración en lo que digo. La poesía es descolorida expresión de las bellezas del suelo y del cielo de Italia. Nunca he visto jardines como los bosques de Italia ni mar como el que lame los terraplenes de la vía férrea de Ventimi– glia ai Génova. De Roma muy poco puedo decir. He visto muchas cosas, pero muy poco de lo muchísimo qll'e en ella hay que admirar. Mañana comenzarnos las visitas reglamentarias a las Basílicas y pasado maña– na seremos recibidos en audiencia particular por Su Santidad, en la sala de las Bendiciones, los ochenta peregrinos que hemos salido de Zaragoza. .. Hoy (día 30) , la recepción solemne en el Vaticano (en la Basílica). El entusiasmo fue indescriptible. Vivas y aclamaciones frenéticas aco– gieron la llegada del Santo Padre. Es un espectáculo que nunca se olvida. No había ojos secos." ("Epistolario orientador", págs . 17-19.) Terminada la recepción del Papa, saliero'n los dos peregrinos para visitar las principales ciudades de Italia y varias de Francia, detenién– dose también en Lourdes. De todo ello da Fernando razón a su padre en carta escrita, desde el convento colegio de Lecároz, el 22 de octu– bre de 1900. "Desde que hemos salido de casa hemos aprovechado bien el tiempo y sacado todo el jugo posible del viaje. Después de haber recorrido Francia e Italia hasta Roma, pasando por ciudades tan importantes como Marsella, Cetté, Narbona, Tolón, Cannes, Niza, -30-
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