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Después de celebrados dichos funerales , el cadáver del Padre Fer– nando y los de sus compañeros mártires, con numeroso acompaña-– miento, fueron trasladados al cementerio de San Isidro (Sacramental) y allí fueron inhumados en la cripta que la Orden posee en el patio de la Concepción, ocupando los restos de mi hermano el nicho su– perior." * * * Nuevo traslado Los restos del siervo de Dios Padre Fernando Olmedo de Santiago fueron nuevamente trasladados desde la Sacramental de San Isidro, jun– tamente con los de sus compañeros de martirio, padres Gregario de La Mata, José María de Manila, Alejandro de Sobradillo, y los de los religiosos no clérigos fray Aurelio de Ocejo y fray Saturnino de Bil– bao, a la cripta de la iglesia de N. P. Jesús de Medinaceli , de Madrid. Llenados todos los requisitos exigidos por la Sanidad y las pres– cripciones del Derecho Canónico sobre traslados de restos de siervos de Dios, el día veintinueve de abril de 1963, en presencia del Tribunal Eclesiástico y de testigos que presenciaron el traslado a la cripta de San Isidro, se extrajeron las cajas de los seis siervos de Dios. Al día siguiente, en forma privada, fueron llevadas al convento de Jesús de Medinaceli, y subidas a una sala laboratorio, bien preparada, en donde se abrieron, presente el Tribunal Eclesiástico, las dichas cajas, y al sacar los restos de las mismas los iba clasificando anató– micamente el médico perito nombrado por el mismo Tribunal Ecle– siástico. Los restos del Padre Fernando, lo mismo que los de sus compa– ñeros de martirio , estaban desintegrados, conservándose en bastante buen estado las partes óseas y también varias partes blandas, colo– cadas luego éstas en una redoma de cristal para depositarlas en la caja en donde habían de descansar las partes óseas. Buen número de días se emplearon en asear y ungir los restos para su indefinida conservación, colocándolos, ante el Tribunal Eclesiás- - 83 -