BCCCAP00000000000000000000313
Despertad del sueño, hijos de María, que ha abierto Quirrisqui la aguardientería. Aunque en el mismo Uterga conocieron también otra refección matutina, según otra parodia más amarga que la anterior: Despertad del sueño, hijos de los pobres, a comer las habas y estripar terrones. Hay en el pueblo buen número de eras de pan trillar. Algunos las tienen a medias ( 13, 44) . Junto a las eras está el mesón del lugar (18, 36) . Para descansar de las fatigas de entre semana, juegan a pelota: la ca- sa de Francisco Azcárate afronta al oeste a la plaza del juego de pelota (66, 26) . Las cabezas de ganado lanar ascienden a seiscientas treinta y ocho. Seis vecinos tienen a cada sesenta. Dos pasan del centenar; y otros dos apenas poseen más de una docena. Aunque sin ovejas ni cabras declaradas, uno se refiere a su corral para <-<acubillar» ganados en el centro del pueblo (38, 102). La cabeza de ganado lanar se tasa a doce reales fuertes cada una, esto es, a veinticuatro reales vellón. Las cabras no pasan de ciento dos. Son cuarenta y cinco los vecinos que las tienen. Por lo regular, una, dos o tres. Se tasan al mismo precio que las ovejas, En distintos «chopales» o «alameras» del término se alzan más de cua- tro mil «álamos». Uno declara mil (12, 55ss), y otro, mil cuatrocientos (36, 81-87). Unos se tasan a veinte maravedises. Otros, a quince reales fuertes. Los olivos son mil y pico, distribuidos entre treinta y cinco vecinos. Sólo tres superan el centenar. Su tasación oscila entre un real fuerte y cuarenta y d6s reales fuertes. Quedan todavía más de trescientas treinta robadas liecas, que no se rnargenan o tasan. He pretendido ilustrar brevemente la relación de topónimos de Uterga con datos aparecidos en «Fontes Linguae Vasconum» (FLV), en varios tra-
Made with FlippingBook
RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz