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en las preferencias y haberlos puesto en guardia contra los posibles peligros del trabajo, concede a los hermanos la posibilidadde tener cada día cierto tiempo libre para la recreación o para el propio esparcimiento a fin de reponer fuerzas y favorecer la vida fraterna, consciente de que cuando el arco está demasiado tenso corre el riesgo de romperse. Y también durante el año "según las costum– bres y posibilidades de las regiones", permite que los hermanos gocen de recreaciones especiales y de cierto tiempo de vacaciones, tomadas de manera conveniente con nuestro estado de hermanos menores 21 • La conciencia de cada uno, la caridad de los hermanos, la prudente intervención del superior sirvan de salvaguarda para impedir que estos períodos de descanso, concedidos para fortalecer el espíritu, sirvan de ocasión para la disipación y el antitestimonio. 4. Valor del tiempo Como conclusión del capítulo se introduce la motivación ascé– tica del trabajo con un nuevo concepto: el tiempo, del que cada uno dispone, como don precioso de Dios, debe fructificar convenien– temente. Dios viene al encuentro del hombre durante el curso del tiempo de vida que le da. La salvación y la santidad dependen de las ocasiones favorables que nunca vuelven. "Nuestras actividades y obras han de responder a las condiciones del momento presente" 22 aun previendo el futuro, empeñados en "conocer cada día mejor los modos de pensar y sentir de los hombres de nuestro tiempo", pa– ra cooperar así "más eficazmente a la animación cristiana del mundo" 23 • Finalmente, la admonición del apóstol Pablo: "Mientras tene– mos tiempo hagamos el bien a todos", a la que se puede añadir: y todo lo que hagáis tanto de palabra como de obra, hacedlo todo en nombre del Señor Jesús, dando gracias por medio de El a Dios Padre" (Col 3,17) 21 Cfr Const 81,2. 22 Const 82,3. 23 Const 82,4. 85