BCCCAP00000000000000000001278

debe ser para el hermano capuchino, seguidor de Francisco, la imitación de Cristo. No era intención de Francisco imitar esta o aquella virtud, desarrollar una actividad más que otra, sino seguir a Cristo en su vida terrena como él la había vivido concretamente, en la pobreza en la actividad apostólica, en el camino de la cruz: "San Francisco, verdadero discípulo de Cristo y modelo sublime de vida cristiana, enseñó a sus hermanos a seguir con alegría a Cristo pobre y humilde, para dejarse conducir por él en el Espíritu Santo al Pa– dre" 13. Es al Cristo pobre y humilde al que el capuchino debe seguir con alegría. Para ello, buscando una verdadera conformidad con él, deberá contemplarlo sobre todo en el misterio de su anonadamiento en la Encarnación, en la cruz y en la presencia eucarística, esforzándose por inflamarse de amor por él 14 • San Francisco, que ha dado comienzo a la fraternidad de la Orden de los Menores, no debe ser considerado sólo fundador y legislador, sino·también modelo a imitar: "pongamos empeño en imitarlo" 15 • SanBuenaventura en el Prólogo a la "LeyendaMayor" afirma: "Este heraldo de Dios, digno de ser amado por Cristo, de ser imitado por nosotros y admirado por el mundo, es el siervo de Dios Francisco: lo deducimos con indudable seguridad si observa– mos cómo él alcanza la cima de la santidadmás excelsa, y, viviendo entre los hombres, imita la pureza de los ángeles, hasta convertirse en ejemplo de perfección para los seguidores de Cristo" 16 • San Francisco deja bien sentado y autentifica su propia ejemplaridad. Respondiendo al Cardenal Hugolino que le pregun– taba por qué, después de haber aceptado su invitación, fue a pedir· limosna antes de sentarse a la mesa con él, Francisco dijo: "Yo 11 Const 2,1. 14 Cfr Const 186,3. is Const 3,2. 16 LM, Pr6logo,2; FF 1022. 25

RkJQdWJsaXNoZXIy NDA3MTIz