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NAVARRA EN EL TEATRO DE TIRSO DE MOLINA A esa misma hermana se le comunica casi al final de la comedia (410c): Tu hermano murió en Pamplona deshojando francos lirios, y su mayorazgo heredas. Sospecho que no será empresa fácil identificar a ese don Gonzalo como castellano de la fuerza, esto es, fortaleza de Pamplona 4 . Pero no olvidemos el nombre de Gonzalo: nos lo encontraremos luego, será un Pizarro y morirá en Navarra por estas fechas. 5. Don Ordoño II, rey de León; don Sancho Abarca, rey de Navarra, y doña Blanca, infanta de León, encabezan la lista de personajes de Amar por arte mayor (1,423-441). La escena es a una jornada de Oviedo y en León. Comien- za don Tello con un parlamento (423a) largo y un tanto difícil: Don Lope Íñiguez, biznieto del primer rey que en Sobrarbe constituyó, aunque entre riscos, reinos que el cielo dilate, primo de don Sancho Abarca, descendiente de la sangre del Estúñiga primero a quien debe España altares, privaba merecedor de blasones inmortales con su rey, siendo en la corte, sin segundo, primer grande, dando causa a siglos de oro su valor, pues los alfanjes del africano oprimidos procuraban conservarse sin atreverse a sus sierras, porque, de su peso atlante, pudiera don Lope ser el Jove de estos Titanes. Sospecho que también en esta comedia cuenta menos la historia estricta que las crónicas o relatos encomiásticos de determinadas familias o apellidos. Contemporáneo de Ordoño II (914-924) no fue Sancho Abarca (970-994), sino Sancho Garcés I (905-925), rey de Pamplona. Sancho Garcés I y Ordoño II compartirán la derrota de Valdejunquera (920) frente a Abd al-Rahman III. Pero dejemos a un lado la historia y escuchemos la fábula narrada por el personaje de Tirso. Un invierno puso don Lope sus ojos en una dama a la que también amaba el joven rey. Isabel, así se llamaba la dama, desdeñó al rey de Pamplona y se inclinó por don Lope. El rey llamó a don Lope, su primo, y le 4. Véase IDOATE, FLORENCIO: Las fortificacionesde Pamplona a partirde la conquista de Navarra, «Príncipe de Viana» 15 (1954) 57-154; y RECONDO, JOSÉ MARÍA, SJ.: Iñigo de Loyola en la fortaleza mayor de Santiago, «Príncipe de Viana» 17 (1956) 39-78. [5] 135