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FRANCISCOONDARRA 2.2.5. Lapalatalsordaseescribecon socon x, anuestro entender. Asíinter- pretamos la s de isuria, 2,6,5; isurceco, 2,6,5; isurcen, 2,9,3; y la xde ixuria, 1, 1,4. En otras ocasiones, la xpuede equivaler a los sonidos ks, como en maxima, 1,3; auxilioac, 2,7,1; o ala S, como en excusa, 2,1,l; pero escusac, 2,2,3; pretex- toac, 2,10,2; peropretestoa, 2,7,2. Puede serjen exercicio, 2,9,2; exercitutic,2, 7, 1. 2.2.6. La velarsordaseguida de eo de ise escribecon go j, como egemplo, 2, 10 , l ; heregeac, 2,3, 1; sujetacen, 1, 1,3. Puede representar este sonido la xen exercicio, 2, 9, 2; exercitutic, 2, 7, 1. 2.3. Africadas. 2.3.1. La ápico-alveolaruna vez tan sólo aparece con ts, en uts eguiñac, 1,4, 2. Donde se espera ese sonido nos encontramos con el grafema S, como eracusi, 1,2,2; losaz, 2,13; y hasta useguiñaz (comparar con uts eguiñac), 2,13. Alguna vez se coloca una idelante de la S, como eisaiaren, 2,6,3; eisai, 2,6,4; unavez se pone encima de la sun punto, como el de vocal i, en esaiaren, 2,7,2; finalmente hallamos la s a secas, como esaiac, 2,5, 1. 2.3.2. La palatal se expresa con ch, como alchaacen, 1,1,3; icheco, 1,4,1. 2.3.3. La dorso-alveolau se escribe con co zlas más de las veces. N o es raro encontrar con tz las palabras biotz e itz y los derivados de ambas; más alguna otra palabra. Nunca encontramos con tzla terminación verbal -zen. Así, itz, 1, 1,2; pero izaren, 1,1,4; biotz, 1,2,2; pero biozetan, 1,2,3; eriotzera, 1,1,4; sustentuzat, 1,2,2; uci, 2,3,2; pero Utzico, 1,2,3. Cf: por otraparte itzandu, 1, 1 , 3 e izandu, 1, 1, 3; itzan bat, eta izate bat, 1, 1,5. N o vemos tz, sino co z, detrás de consonante. Así, berce, 2,8,1; awanzari, 1,2, 3; eranzuten, 2, 1,2. Tampoco hallamos tzen los grupos consonánticos de laspalabras derivadas del latín, como cc, sco nc. Ejemplos son instruccio, 1,3;perfeccio, 2,4,2; (talvez no se pronunciaba kz, sino z, como podría dar a entender desmcioa -con una sola c-, 2, 7, 1); Discipuluaqui, 2, 12; principioan, 2, 3, 3. Sucede lo mismo al encontrarse -z final de palabra y c- o z- en comienzo; ecen, 2,6,2; eciran, 2,9,2; ezuten, 2,6,4. Escribe eztigunen2,4,3, queriendo tal vez escribir etzigun (?). 2.4. Nasales. 2.4.l . La bilabialse combina con b, pero no con u; y seusa constantemente n en ainberce: dembora, 1,2,3; Cembat, 2,11,3; converticeco, 1,3; ainberce, 1, 1,2(y ain berce, 2,7, 1). Se combina igualmente con la p, salvo en una ocasión, que lo hace la n: tem- plo, 1,1,4; pero (y es la excepción) conparaciotan, 1,1,2 frente a comparacio, 1, 4, 1. 2.4.2. Lapalatalñaparece tras diptongo cuyo segundo elemento es lavocal i, la cual desaparece y ese es el resultado ordinario en tales condiciones. Vemos gañean, 1, 5,2; ceñetara, 1,6; y otros casos. N o raras veces, la i semantiene, y tenemos ceiñ, 1,5,1; ceiñec, 1,1,5; Beiñe- re, 1,3. Otras veces no se da el resultado ñ, como cein, 2,4,4; erreinuco, 1,5,1 (siempre que se dan casos de eweinu o erreino). Aparece igualmente ñdespués de la vocal i, como examiñacea, 1,5, 1; S."
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