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DOS PLATICAS EN VASCUENCE DEL SIGLOXVIII relaric, 1, 2, 2; ziren, 1, 6; cirenean, 2, 3, 2; frente a dira, 2, 7, 1; dirala, 2, 8, 1; balira, 2, 11, 3; liraque, 2, 11, 3; ciñan, 2, 8, 1. En cuanto a guzi, hallamos guciec, 1, 2, 4 (tres veces); guztiec, 1, 6; pero guztiac, 2, 4, 4. Fuera de esos casos, sólo hemos localizado sentidoriquen, 1, 1,4. 2. Consonantes. Nos ceñimos a los grupos consonánticosy a la fonética sintáctica. 2.1. Los grupos consonánticos procedentes del latín o del castellano se mantienen de ordinario en la escritura. Se da alguna vez algún cambio o diso- lución de ellos, lo que apunta a su verdadera pronunciación. Y no falta alguna vacilación en la escritura, que podría ser indicio de mezcla de dialectos. 2.1.1. Se mantiene el grupo gn, como digno, 2,4, 1; indigno-zat, 2, 3,2. 2.1.2. Pasa lo mismo con ct, como Doctore, 2, 10,2; doctrinaren, 1,2,3; victoria, 1, 1,4; defectoac, 1,4,2; etc. 2.1.3. Se mantienen también los grupos cuyo primer elemento es una consonate nasal. Así sucede con mb, menos ainbercey ain berce; con nv; con mp, menos en conparaciotan; y con nf: Suponemos que en todos los casos la nasal se pronuncia n y no m. Ejemplos: dembora, 1,2, 3; costumbre, 2, 2, 3; pero ainberce, 1, 1 , 2 y ain bwce, 2,7,1; converticeco, 1, 3; comparacen, 1,2, 2; comparacio, 1, 4, 1; pero conparaciotan, 1, 1, 2; templo, 1, 1,4; cumpliceco, 2, 9,2; etc.; confesio, 2, 5, 1; confirmatu, 2, 10, 1. Pasa igual con el grupo ng, como Evangelioco, 2, 3, 2.1 con el grupo nc, como principioan, 2,3, 3. 2.1.4. El grupo nst pierda la n en una ocasión, que indicaría la verdadera pronunciación de por lo menos esa palabra, que es i(n)stante. Hallamos istan- te, 1, 1 , 4 e instante, 1, 5,2; 2, 12; instruccio, 1, 3; etc. 2.1. J. Los grupos nd y nt se mantienen sin ningún cambio, salvo gendey una vez (sandu). Así, mandarnentu, 2, 10, 1; santua, 2, 3, 3; pero gende, 2,7, 1; Aita Sanduac, 1, 3. No deja de llamar la atención el grupo de origen vasco nt en lugar de nd, que se da en lenta bicico, 2 , 2 , 2 y lentabician, 1, 1, 6. 2.1.6. En el grupo p t se da una vez su disolución. Tenemos precepto, 2,2, 1; 2, 10, 1 (dos veces); pero preceto, 2, 3, 2; precepto2 (con p), 2, 3, 1; (tam- bién hallamos Bautistac, 2, 11,2). 2.1.7. Hay también disolución en una oportunidad en el grupo cc; no la hay en sc, pero solo hemos hallado un ejemplo. Así, instruccioa, 1, 2, 3; per- feccio, 2, 4, 2; accio, 2, 6,2,; pero, y es el únicocaso, destrucioa, 2, 7, 1. De sc tenemos Discipuluaqui, 2, 12. 2.1.8. De los grupos xp, xt y xc comprobamos el fenómeno de la disolu- ción en los dos Últimos. Vemos expwienciac, 2, 6, 2; excesoetan, 1,4,2; excu- sa, 2, 1, 1; pero escusa, 2, 8, 1 y escusac, 2,2, 3 y 2, 10,2; pretextoac, 2, 10,2; pero pretestoa, 2,7,2 y 2, 8, 1. 2.1.9. El grupo latino sch evoluciona a zk; menos en dos ocasiones en que se conserva como en su lengua original. La verdad es que las únicas pala- bras que hemos encontrado son todas derivadas de PASCHA. Así, pazco, 2,
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