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VIDAL PÉREZ DE VILLARREAL heráldicos de las zonas geográficas hispano-francesas de habla euskaldún, y, sobre los escudos de cada región, la primera letra de su respectivo nombre. Los símbolos heráldicos se representan en bajorrelieve suave, y las letras ma- yúsculas, en incisión profunda y estrecha. Son siete las zonas geográficas po- seedoras de esta rica tradición euskaldún; el artesano empero (es suposición mía ante el hecho), creyó más oportuno preparar una forma hexagonal y no heptagonal, por facilidad geométrica de dibujo y para poder disponer de es- pacio suficiente para sus fines escultóricos, por lo que incluyó en el símbolo navarro de las Cadenas de las Navas de Tolosa, el de la sexta merindad o Baja Navarra (Benavarre), tan vinculada histórica y culturalmente al viejo reino navarro. El peor logrado de todos los bajorrelieves heráldicos desde el punto de vista artístico es sin duda el de Álava; quizás por su complejidad; no dis- ponía el artesano de espacio suficiente para desenvolverse a plena satisfacción. Para Vizcaya (B), el árbol del antiguo Señorío; para Guipúzcoa (G) escogió simplemente tres árboles (jtejos?), aunque los presenta en forma excesiva- mente alargada (nuevamente manda el espacio disponible), y para Laburdi (L), Navarra (N) y Zuberoa (Z), sus respectivos símbolos simplificados al má- ximo. Bajo este pomo hexagonal, se preparó un anillo, también hexagonal, de 0,7 cm de altura y 1,5 cm de anchura en cada una de sus caras, para pasar al cuello cilíndrico suavemente punteado, de 2,5 cm de diámetro y de 1,6 y 1,3 cm de altura, porque la base del cuello se apoya en un contorno almenado de 0,s cm de altura y un diámetro de 2, s cm, con siete y seis formas angulares en su cúspide, dividida en dos partes, y dos ventanas, una en cada una de es- tas partes; en esta figura almenada se taladró o preparó un orificio en forma de arco en su parte superior y plano en la inferior, para hacer pasar por él el cordel o cinta de cuero que serviría para utilizar y sujetar la makila con ma- yor seguridad y libertad. El relieve almenado se apoya en un anillo circular de 3 cm de diámetro y 0, s de altura, para, tras una incisión circular de 0,4 cm de anchura y 2,s cm de diámetro, pasar al cuerpo del bastón o makila de un diámetro medio de 3,2 cm a lo largo de sus 83,2 cm, dando paso por fin al apoyo metálico del extremo inferior, con sus 8 cm de longitud y una confi- guración peculiar que se estudiará más tarde; el diámetro del cuerpo del bas- tón varía muy poco; de 3,2 cm en su parte superior, a 2,s en la inferior. Este cuerpo principal de la makila tiene dos partes diferenciadas; la pri- mera, de una altura máxima de 7,s cm y de 7 de mínima, y el resto, hasta la punta metálica final, de unos 77 cm de longitud. PARTE PRIMERA Consta de una forma cilíndrica con la efigie de San Miguel de Aralar en una de sus caras; la figura del Ángel con la Cruz sobre su cabeza está prepara- da en bajorrelieve, ocupando un rectángulo de 2,3 cm de anchura por 6, s de altura; la superficie rebajada no se pulimentó, sino que se punteó suavemen- te, consiguiendo que su rugosidad obscureciese el fondo, haciendo resaltar así con nitidez la silueta del Ángel San Miguel del Santuario de Aralar (Nava- rra). La parte opuesta al relieve de San Miguel de Aralar se vació; se grabó